Las universidades trabajan para  formar recursos humanos que se integran a la oferta de mano de obra.  Frecuentemente  los medios que producen bienes y prestan servicios tienen necesidades de personal calificado no cubiertas en determinadas áreas, al tiempo que puede haber en el mercado  sobreoferta de mano de obra en otras áreas especializadas.

No hay entre estos sectores una  sinergia que permita conocer con aproximación las necesidades de personal que tiene el país.

 El doctor Rolando M. Guzmán ha tocado el tema del poco vínculo entre las universidades y el sector productivo y su propósito de trabajar por un acercamiento.

Su visión es que las academias  pueden brindar servicios importantes a este sector, así como al propio Gobierno, más allá de la mera formación de recursos humanos. El país necesita mucho de esa sinergia, de una vinculación más estrecha y definida.

Cuando en el país se habla de competitividad se toca el tema de déficit de personal calificado en ciertas áreas, pero es poco lo que se hace para planificar la formación de recurso humano en número suficiente.

Una planificación entre academias, Gobierno y empresariado  podría modificar positivamente esta situación.

Una precaución muy oportuna

El período navideño tiene entre sus características una burbuja de consumo alimentada por todo el circulante que cae en manos de los consumidores.

Particularmente en Nochebuena, la gente incurre en excesos que incluyen el consumo de líquidos, inclusive agua, que podrían estar en condiciones no aptas para las personas y que pueden provocar trastornos de salud.

Con la mira puesta en ocurrencias de este tipo, el Ministerio de Salud Pública ha dispuesto una alerta epidemiológica nacional durante la cual se pondrá énfasis en la vigilancia de la calidad de las aguas para consumo de la población.

Es una precaución  acertada, tomando en cuenta que mientras la demanda de los consumidores cae  en excesos, la oferta de bienes también puede incurrir en descuidos perjudiciales para la salud.