Los destacados economistas Carlos Despradel, Apolinar Veloz, Jaime Aristy Escuder y Rolando Guzmán, presentaron ayer un cuadro delicado de la economía dominicana, que amenaza la tendencia al crecimiento de los últimos años. Dijeron, empero, que hay soluciones.
El crecimiento de la economía dominicana es insostenible si no continúan los desembolsos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos de financiamiento, y si persisten los aumentos de los precios del petróleo y de los alimentos en los mercados internacionales.
A esa conclusión llegaron los economistas Carlos Despradel, Apolinar Veloz y Jaime Aristy Escuder, quienes advirtieron que si no cambia ese panorama la República Dominicana entraría en un círculo vicioso dominado por la reducción de la producción, el aumento del desempleo y, en consecuencia, la disminución del poder adquisitivo.
Hace dos semanas una misión del FMI se reunió con funcionarios del Gobierno para hacer la quinta revisión del acuerdo stand by que mantiene el país con ese organismo.
De la firma de esa revisión, que no se produjo, depende el desembolso de US$800 millones.
Según Despradel, los préstamos de los organismos multilaterales son cada vez más necesarios, debido al elevado déficit de la cuenta corriente, que el año pasado alcanzó los US$4,400 millones.
Ese déficit, explicó, se produjo por el aumento de las importaciones, que en el caso del petróleo creció un 30%, la de los vehículos un 60% y los electrodomésticos un 33%.
Si no hay financiamiento externo para mantener el Estado no se puede sostener el nivel de actividad del 2010, y lo que obstaculiza la quinta revisión del FMI es que el Gobierno gastó más de lo previsto, por ser un año electoral, y la suma de los dos semestres el gasto excedió las metas contempladas, expresó.
La parte fiscal es medular para poder llegar a un acuerdo con el FMI, entidad que dice que el Gobierno debe reducir los gastos y aumentar los ingresos y ahí el asunto se pone difícil.
Mientras tanto, el Banco Central ha hecho ajustes con el aumento de las tasas de interés, y los bancos comerciales han hecho lo propio con tasas de alrededor de un 4 por ciento.
Apolinar Veloz. El análisis de Veloz se inclina, en principio, hacia los costos del petróleo y materias primas como el maíz, la soya, el trigo y el algodón.
¿Por qué? Por su directa repercusión en los sectores productivos y, peor aún, en los consumidores finales. En un año el maíz subió un 92%, la soya un 44%, el trigo un 69% y el algodón un 162%, según sus datos
Esos precios, junto con los del petróleo, que se cotiza a US$108 el barril, afectarán los costos de producción de las empresas del país, destacó.
El Banco Central, para evitar la inflación, ha comenzado a aumentar las tasas de interés para encarecer las inversiones, pero la inflación que pretende atacar es externa y difícil de enfrentar, precisó.
Con esa medida, dijo, lo que vendrá será un encarecimiento de las inversiones, una reducción del empleo y un aumento de la pobreza.
Apolinar también se refirió a los desequilibrios de la economía dominicana, pese a que el Gobierno exhibe como uno de sus principales logros un crecimiento sostenido que, en 2010, alcanzó el 7.8%.
El déficit de la balanza comercial demuestra los desequilibrios de la economía, y eso no da estabilidad macroeconómica.
Sólo es sostenible el crecimiento económico del país si se garantiza el mantenimiento de un flujo de endeudamiento permanente en los próximos años, para mantener el nivel de inversión que necesita la economía y el nivel de consumo.
Jaime Aristy. Este economista coincidió con sus colegas en el sentido de que se produciría una reducción de la actividad productiva y de la calidad de vida de la población, si el FMI y otros organismos de financiamiento no hacen los desembolsos comprometidos.
Sin embargo, destacó que el país no se puede dar el lujo de endeudarse indefinidamente, porque las economías no pueden basar su crecimiento en empréstitos, ya que es termina siempre en lágrimas, y eso es lo que ha estado sucediendo.
En 2010 el Fondo Monetario Internacional desembolsó dinero para crecer y amortiguar la crisis, pero se sabía que en 2011 venían ajustes, aumento de precios, reducción del flujo de las empresas, este es un año duro hayan o no acuerdos con el organismo, pero sin él será más difícil.
Con relación al déficit del Gobierno explicó que éste se puede controlar si es ajustando a los sectores público y privado.
Pero como el sector público no reducirá sus gastos, las medidas restrictivas se dirigirán hacia el sector privado. El ajuste vendrá por el sector privado a través de dos vías: del aumento de los impuestos y de las tasas de interés.
Sobre los impuestos, Aristy Escuder planteó que las autoridades estarían preparando una reforma fiscal y destacó que este año el Banco Central aumentaría las tasas de interés para poder mantener el control de la tasa de cambio.
Guzmán promueve calidad del gasto
Para el economista Rolando Guzmán poner más recursos en manos del Estado, en las condiciones actuales, es realmente poner dinero en un saco roto.
Al ofrecer las declaraciones en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, planteó que en la presente coyuntura se deben propiciar discusiones sobre el cumplimiento de las metas fiscales del Gobierno y en mecanismos para aumentar las recaudaciones.
Al hacer ese señalamiento expresó que los recursos provenientes del fisco deben ser devueltos a la población en un gasto público bien orientado.
De alguna forma se ha dicho que en la economía el 95% del PIB se dedica al consumo y el 15% a inversión, un porcentaje que de por sí es bajo. Pero si queremos crecer de manera sostenida hay que aumentar la inversión, llevándola al 25 por ciento del PIB.
Con relación a la tasa de cambio, dijo que el problema es más complejo que dejarla deslizar, porque los problemas estructurales de la economía dominicana son de naturaleza diversa.