A pesar de la fuerte competencia entre dos líderes que se vive en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), a Maritza Hernández no le ha faltado arrojo para presentar su proyecto presidencial porque está segura que ya la sociedad dominicana está preparada para que lo gobierne una mujer siempre que le ofrezca coherencia, firmeza y decisión por contribuir al país.
«La sociedad está demandado políticos coherentes de pensamiento y accionar y de esa forma influir en las demás personas, pero desde la perspectiva de un político real y consciente de cual es su papel y rol”.
Insiste en que una figura pública debe buscar el respaldo de los demás, pero desde lo ético y el compromiso social.
Cuestionada sobre posibles obstáculos en su proyecto por su condición de mujer, Hernández asegura que no y que por el contrario muchos compañeros le han animado y aplaudido su valentía cuando otras por temor y la cultura que impera no se han atrevido.
«Las capacidades no están fuera del cerebro, no tienen sexo ni edad», indica Hernández, quien se define como alumna de Juan Bosch quien le enseñó sobre la seriedad del político y su deber de trabajar para beneficio de la mayoría.

Su propuesta. En líneas generales, Maritza plantea como propuesta de gobierno establecer el mecanismo de consulta popular ante temas controversiales a los fines de una mayor participación democrática.
Una participación paritaria para las mujeres y más oportunidades a la juventud en los puestos de gobierno.
En educación, impartir carreras técnicas en los centros de formación e incluir aquellas que demanda el mercado laboral y así evitar la fuga de talentos al extranjero. Asimismo pasantías en las empresas para que los egresados obtengan experiencia.
En el sector salud, propone un modelo de atención en prevención similar al de Cuba, donde los médicos van a las comunidades apartadas y hacinadas y así evitar enfermedades catastróficas. En seguridad social, una pensión a los envejecientes aunque no hayan trabajado en el Estado
A nivel económico, proteger la producción nacional porque aunque se oferte oportunidad a la inversión extranjera, hay que darle garantías a los productores locales que siempre mantienen presencia en el país.
Propone además la construcción de un aeropuerto de cargas y la reconstrucción de todos los puertos.
Otra de las propuestas de Maritza es una reforma fiscal integral, que contemple un impuesto único para las pequeñas y medianas empresas, y así puedan ofertar mayor cantidad de mano de obra.
Contra la violencia, propone incluir en el currículo la mediación para aprender a solucionar conflictos mediante el diálogo. Igualmente la educación cívica que oriente hacia el servicio, la solidaridad, los derechos y deberes.
Con relación a la seguridad ciudadana, sugiere formación y tecnificación policial por perímetros; ascensos por desempeño y fuerte régimen de consecuencia para los agentes y todos aquellos servidores públicos que violenten el código de ética. También un plan de reinserción laboral para quienes cumplan penas y los deportados para reducir la amenaza de que sigan delinquiendo.
Unidad
Con casi 40 años de militancia Maritza está confiada en que el PLD mantendrá la unidad, pero cree tiene que enfocarse cuál sería la verdadera renovación. «Creo que la renovación e innovación dentro el PLD es mi candidatura». Dice que independientemente de lo que decidan Fernández o Medina, ella seguirá adelante con su proyecto pues con las primarias abiertas habrá mayor oportunidad de escoger su propuesta.