La solidaridad se volcó a favor Niño Leche y anciano de batey

La solidaridad se volcó a favor Niño Leche y anciano de batey

HATO MAYOR. Las condiciones de vida del Niño Leche y de su familia, así como la del anciano Felipe Lamoth, residentes en el batey El Botecito de esta provincia, comenzaron a cambiar con las ayudas que están llegando por parte de personas anónimas y de la Fundación Cruz Jiminián. La gran noticia recibida por la empobrecida familia del Niño Leche es que el 31 de diciembre próximo la Fundación que preside el filántropo Antonio Cruz Jiminián le entregará una nueva casa.

El periódico HOY llegó a lectores sensibles, a personas solidarias, tras la publicación que hizo este diario de varios reportajes sobre “El Niño Leche” y Lamoth, este último un anciano no vidente de 83 años de edad que luego de trabajar por seis décadas en los ingenios de la región Este del país vive en la más extrema pobreza.

El “Niño Leche”, así llaman a Milton Rosario, quien tiene 13 años de edad, solo se alimenta con ese lácteo, que le compra todos los días su vecina Bienvenida de la Rosa. No habla ni camina. Pasaba las 24 horas del día postrado en un bastidor encima de tres piedras. Esa era su cama y su vestido fundas negras para que allí cayeran sus desechos fisiológicos. Una vez salió publicada la triste realidad en la que viven esos seres humanos, hubo personas que comenzaron a llamar por teléfono a este diario y a Bienvenida, quien fungió como enlace del Niño Leche y del señor Lamoth.

Sin identificarse, varias personas se presentaron al batey El Botecito, de Hato Mayor, para aportar dinero, enseres del hogar, alimentos, medicinas, etc.

Fue el caso de un señor que se trasladó de la capital a Hato Mayor con una sonda puesta porque sufre de cáncer de próstata para entregarle personalmente a la familia del Niño Leche US$500 que le envió su hija desde Estados Unidos. Un mismo día le llegaron al menor dos camas, un televisor, una estufa, un gavetero, ropa, sábanas, comida y medicina.

 

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