La sombra del muerto

La sombra del muerto

Con ese mismo título publicamos en 1973 un trabajo cuando el tenebroso hijo menor del tirano, creador de la “Cofradía”, intentaba iniciar un proyecto político en nuestro país. En esa ocasión, le salimos al frente y denunciamos la improcedencia e ilegalidad de sus intenciones, tanto por su historial delictivo, como por la Ley 5880-62 que prohíbe las actividades trujillistas, todavía vigente. Aparentemente murió a su nivel.

Según el rumor público, Radhamés fue ejecutado por narcos colombianos.

Esas intenciones políticas que se durmieron por muchos años, parecen haber despertado de su letargo por las fuertes reminiscencias de quienes saborearon las mieles del poder arbitrario.

Los últimos eventos en que ha participado el hijo de la “reina de la feria de la paz”, no son más que una avanzada de los planes políticos de un minúsculo grupo oculto que evidentemente se benefició económicamente de la tiranía. Hacer un museo con el lado “positivo”, no solo no tiene sentido, sino que ofende  hasta las entrañas a las familias que sufrieron viudez, orfandad y familiares torturados y desaparecidos.

Esa idea quizás pudo ponerse en el tapete de la ponderación, si nos hablaran de exhibir los lujos, ridículos, la mayoría de ellos, que usó el dictador, al lado de la silla eléctrica y herramientas de tortura, fotos de torturadores, torturados y asesinados. También todas las historias de pillaje y sangre desde 1930 hasta 1961, tanto del “Benefactor” como de algunos familiares. Decimos algunos, porque como ya habíamos expresado en una entrega anterior, hubo miembros de esa familia que nunca se mancharon. Ejemplo: Doña Julieta Trujillo, hermana del sátrapa, esposa de Ramón Saviñón, quien nunca tuvo que abandonar el país y  siempre fue respetada por los dominicanos.

Es importante resaltar que con todos estos escarceos burlones se quiere lograr una vigencia política de personas ligadas a la tiranía. Prevalerse de la libertad de expresión, conculcada por Trujillo, para intentar aspirar a dirigir nuevamente el país, es una idea descabellada.

¿Cómo es posible que el nieto del dictador entre y salga por todos los canales de televisión y emisoras de radio? ¿Qué periodista lo invita? ¿Por qué lo invita? ¿Paga porque lo entrevisten? ¿cuánto paga? ¿Quién paga? Y si no paga, ¿cuál es el interés de entrevistar a un joven que ni siquiera tiene la inteligencia de pedir perdón por los crímenes de su abuelo, cuando hasta la iglesia católica a través del papa Juan Pablo II pidió perdón de la barbarie de hace 500 años? ¡Y Benedicto XVI por abusos sexuales de hace treinta años!

Por lo menos ya tenemos una sentencia en contra de la fundación trujillista y el retiro del proyecto de museo insólito de un diputado insólito.

De todos modos, la sombra de Trujillo vuelve a cernirse amenazante. Mantengámonos alerta.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas