Juana Matías nació en Santo Domingo y emigró a Norteamérica a los cinco años de edad. Gracias al esfuerzo de sus padres se convirtió en abogada y hoy, con tan solo 29, aspira a ser la representante estatal de Lawrence, Massachusetts, en el Congreso de los Estados Unidos.
“No somos pandilleros ni mucho menos criminales como dice Trump, somos gente honesta y trabajadora, gente que sueña con una mejor vida, un mejor país, pero sobre, todo un mejor futuro”.
Llenas de amor propio y coraje, así son las palabras que salen de boca de Juana al hablar del presidente Donald Trump, el controvertido magnate que tiene hoy una cruz pesada sobre la espalda de cada inmigrante indocumentado en Estados Unidos.
Nacida en Alma Rosa, Juana dejó República Dominicana en los 90 siguiendo los pasos de sus padres, quienes soñaban con una mejor vida lejos de la inseguridad y la falta de oportunidades en nuestro país.
“Mis padres eran profesionales aquí en la República y se fueron allí a empezar de cero. Yo soy un ejemplo de la conquista del sueño americano”, dice.
La destacada defensora de los emigrantes trabaja inspirada en los valores que desde niña le inculcaron sus padres. “El arduo trabajo y perseverancia de mis padres me sirven de motivación, junto a los valores de integridad, empatía, coraje, y responsabilidad”, señala Matías.
Se define como una activa defensora de los “dreamers” y de la corriente política demócrata. Por ello aspira a lograr que todos los jóvenes migrantes tengan acceso a la educación y a que les sean respetados sus derechos.
La joven, que se abre camino en la política a través del trabajo social, cree en la importancia de servir a los demás, incluyendo su propia comunidad, para poder lograr un cambio social y revertir las leyes de seguridad de armas, de protección ambiental y de seguridad de los ciudadanos mas vulnerables.
“Seguiré siendo una firme defensora de la asistencia sanitaria universal para todos los estadounidenses y me comprometo a proteger el derecho de la mujer a elegir y ser elegida, preservar la Seguridad Social y Medicare”, dice.
Romance con el congreso. Obtuvo la victoria en el año 2016, como representante estatal, y ahora aspira a un peldaño en el Congreso de Estados Unidos.
De ganar las elecciones ocupará la silla de la representante también demócrata Nicki Tsongas, de Massachusetts, quien se retira en septiembre próximo.
La candidatura de Juana ha logrado la simpatía de congresistas y líderes hispanos como Adriano Espaillat, congresista en Nueva York; Luis Gutiérrez, congresista por Illinois; Frank Moran, representante estatal de Massachusetts; Dank Rivera, alcalde de la ciudad de Lawrence; y Melissa Mark Viverito, ex concejal y vocera del Concilio en Nueva York, y de muchos de los dominicanos que residen en Lawrence.
Si este próximo 4 de septiembre esta joven política se alza con el triunfo, sería la segunda dominicana en ocupar esa posición. Desde 1997 a 2010, el actual senador de los Estados Unidos, Adriano Espaillat, fue miembro de la Asamblea Estatal de Nueva York, convirtiéndose en el primer dominicano en ser electo a una Asamblea de Estado en los Estados Unidos.
Unos 60 mil migrantes dominicanos pueden votar y con 12 mil votos Juana Matías se corona.