La sonrisa de La Gioconda, un secreto

La sonrisa de La Gioconda, un secreto

EFE-Reportajes. Han transcurrido más de quinientos años desde que Leonardo da Vinci pintara, al parecer entre 1503 y 1506, el retrato más famoso de la historia, el de la fascinante y enigmática Mona Lisa, y, desde entonces, el misterio de su sonrisa sigue siendo uno de los secretos mejor guardados.

Cinco siglos dan para mucho misterio y durante este tiempo ni los investigadores de diferentes países ni la sucesiva aplicación de los adelantos científicos y técnicos sobre La Gioconda han desvelado los enigmas que esconde una de las pinturas sobre la que más se ha escrito y se ha especulado en la historia del arte.

Ingeniero, arquitecto, científico, humanista, escultor, pintor, paradigma de hombre del Renacimiento, Leonardo abrió infinidad de incógnitas cuando dejo como legado a la humanidad el último retrato que pintó, que conservó hasta su muerte . 

Nuevos detalles al descubierto.   Las investigaciones sobre este ícono para la cultura del mundo moderno y contemporáneo se han sucedido y seguirán haciéndolo en el futuro.

Uno de los últimos estudios sobre la obra, realizado por un grupo de científicos del Centro Nacional Francés de Investigación Científica (CNRS), ha revelado importantes detalles de la técnica que usó el genio del Renacimiento, pero el secreto de su sonrisa sigue bien guardado.

Armando Solé, el científico español que ha trabajado en la investigación del Centro Nacional Francés, ha afirmado que no se ha resuelto técnicamente el misterio de la boca de La Gioconda, ya que el estudio se ciñó a la parte superior del rostro, donde el artista dejó uno de los mejores ejemplos de la técnica del “sfumato”.

Interesado en el claroscuro y primoroso en la aplicación del método del “sfumato”, con el que difumina y suaviza los contornos de las figuras mediante el uso de tonos vagos y juegos de sombras logrando que no se aprecien las pinceladas.

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