En su desfile para la primavera verano 2004, el modisto nunca perdió de vista en ningún momento el objetivo final, embellecer a la mujer y ofrecerle la máxima elegancia

PARÍS, EFE. La semana de desfiles de Alta Costura francesa para la primavera verano 2004 terminó con una jornada oriental y mitológica, animada con rock por Dupre Santa Bárbara y con sublime elegancia por Ralph Rucci.

En su desfile, Ralph Rucci mostró su maestría en el mundo de la costura más exigente pero también su habilidad para aplicarle las últimas tecnologías, sin perder de vista en ningún momento el objetivo final, embellecer a la mujer y ofrecerle la máxima elegancia.

Fue también una ocasión propicia para anunciar su proyecto de ampliar la distribución de su pret a porter al mundo entero y desarrollar líneas complementarias, dado el creciente interés que despierta su arte a ambos lados del Atlántico.

Como el resto de los modistos del calendario oficial de la alta costura, el estadounidense participó como “miembro invitado”, lo que requiere el padrinazgo de uno de los miembros oficiales y sólo puede repetirse por cuatro años, antes de desaparecer definitivamente del calendario o pasar a formar parte de él.