Por CARLOS NINA GóMEZ
¡Ha llegado el momento…porque no hay mañana!. Esta noche, en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto, Joan Guzmán, una vez más, pondrá a prueba -y en esta ocasión ante su pueblo- la calidad que ha enseñado en cuadriláterios internacionales desde que abrazó, en diciembre de 1997, el boxeo profesional.

Nunca antes, en la historia del boxeo profesional de República Donminicana, un campeón mundial quisqueyano ha hecho en en el país la primera defensa de su título…Joan Guzmán tendrá ese honor.

Leonardo -Leo- Cruz, el 26 de agosto de 1983, defendió, pero por tercera ocasión, el cetro mundial supergallo cuando enfrentó al nicaragüense Cleo García a quien derrotó por decisión unánime en 15 rounds. Aquel histórico combate fue montado en el Estadio Quisqueya de Santo Domingo.

Esta noche, en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto, Joan Guzmán pondrá en juego, por primera vez, su corona mundial del peso ligero júnior (130 libras) cuando enfrente al estaodunidense Antonio Davis.

Davis, un peso ligero «natural», decidió invadir la división ligero júnior para ir en busca del cinturón que ostenta el quisqueyano.

Y es que, como el propio pugilista nacido en Atlanta (Georgia) lo ha declarado, «las oportunidades hay que aprovecharlas».

«Y esta es una oportunidad que se me ha presentado…tengo que demostrar que puedo ser campeón del mundo», ha dicho, con voz firme, el retador.

Guzmán, en 26 subidas al cuadrilátero, no conoce el amargo de la derrota. De sus 26 victorias, 17 han terminado antes del límite. Ha sido, también, campeón mundial supergallo, pues el 17 de agosto del 2002 ganó ese título al noquear en tres asaltos al argentino Fabio Oliva.

La noche del 16 de septiembre de este año, en violento combate montado en el lujoso hotel MGM de Las Vegas, estado de Nevada (Estados Unidos), el peleador oriundo del popular sector de Guachupita se casó con la gloria al conquistar la faja de los ligeros juniors que avala la Organización Mundial de Boxeo (OMB).

Otro argentino, Jorge Rodrigo Barrios, quien había vaticinado en innúmeras ocasiones que destrozaría al dominicano en el cuarto round, tuvo que callar para siempre…Guzmán lo vapuleó a puros golpes en 12 asaltos, pese a que el triunfo no fue por decisión unánime debido a que uno de los tres jueces, increíblemente, apuntó en su cartulina 115-113 a favor del argentino.

El adefesio de votación, del inepto juez, hizo que en los libros del boxeo figure la decisión fue dividida a favor de Guzmán.

¿Qué puede pasar?

¿Qué debe pasar esta noche cuando el joven peleador quisqueyano defienda el fajín omebeísta de las 130 libras?

Expertos del país no vacilan en dar una categórica respuesta: Joan Guzmán despachará, por nocaut antes del sexto round, al retador Antonio Davis».

Asimismo, los mismos analistas dicen que el monarca ligero júnior de la OMB, sin embargo, no debe confiarse…y mucho menos creerse que va a contender con un hombre de manos amarradas».

Dicen que siempre entre dos bxoeadores que suben al ring uno debe presentar más calidad que el otro.

Pero esta condición no le da el derecho al boxeador más capacitado a subestimar a su rival.

Exponen que Rodrigo Barrios, el destronado campeón argentino, -semanas antes de su enfrentamiento con Guzmán- se comportó como un ruidoso parlanchín. Siempre afirmó que su rival nunca podía derrotarlo y que, por consiguente, tendría una «fácil victoria».

Pero el argentino, agregan los expertos, no conocía el amplio léxico del Refranero Popular que habita por los predios caribeños. Por lo tanto desconocía el refrán que dice que_»de cualquier yagüa vieja sale tremendo alacrán».

Cuando a Rodrgio Barrios le salió el alacrán, ya no se lo podía quitar de encima…¡Y se sorprendió por la eficiencia técnica, bravura, arrojo y dura pegada del peleador dominicano».

Los analistas dicen que en el caso de Joan Guzmán no podrá salir ningún alacrán…porque, afirman, el monarca mundial quisqueyano no es hombre de subestimar a sus rivales.

En la conferencia de prensa realizada la tarde del pasado sábado, Guzmán se limitó a decir que el título mundial que con tanto sacrificio conquistó no se irá de la patria, pero también ratificó que no va a menospreciar a Davis «porque me he preparado como si fuera a combatir con Manny Pacquiao o Marco Antonio Barrera».

Precisamente uno de estos dos púgiles, considerados como «fuera de grupo» en la división ligero júnior», deberá pelear con Guzmán, quizás en agosto o septiembre del 2007, para una pelea en la que estaría en disputa el cetro de las 130 libras.

Para que no haya sorpresa

Para que no haya sopresa el campeón dominicano realizó una preparación «por todo lo alto», según lo expuesto por sus entrenadores.

Don House, jefe del equipo técnico de Guzmán, no tiene duda de la victroria y cree que todo saldrá, en el cuadrilátero, como ha sido planificado.

Cuando House fue contratado para trabajar como entrenador del pugilista dominicano lo primero que hizo fue conocerlo….y saber de su disciplina.

A partir de los primeros días de trabajo en el gimnasio con Guzmán el experimentado entrenador estadounidense sabía que estaba al frente de un futuro campeón del mundo en los pesos ligeros juniors.