La tasa de interés y el ahorro familiar

La tasa de interés y el ahorro familiar

El ahorro familiar es la base de desarrollo de cualquier sociedad medianamente estructurada, pues, desde la antigüedad, se ahorra en los tiempos buenos para evitar mayores dificultades en los tiempos malos.

El ahorro tiene que tener reglas claras y corresponde a las autoridades monetarias, financieras y legislativas, velar por la compensación adecuada a los ahorrantes y la protección conveniente de sus recursos financieros. Una regla de oro para la seguridad de que el dinero futuro del ahorrante debe, al menos, permitir una satisfacción (compra de bienes y servicios) de necesidades igual al momento de su decisión de ahorrar. Usualmente como estímulo al ahorro debería poder comprar más bienes y servicios futuros, por el sacrificio de consumo de bienes y servicios presentes.

Si estas premisas son verdaderas, entonces debe haber una normativa escrita o implícita, que asegure que las tasas de interés para los ahorros familiares (o individuales), sean positivas, lo que significa, que deben ser iguales o superiores a la tasa de inflación de la economía, medida a través del índice de precios al consumidor.

)Qué sucede con las tasas de interés en el sistema financiero dominicano? que no responden a una sana competencia, pues la tasa de interés pasiva, que son las recibidas por los ahorrantes y por los habientes de certificados de depósito a plazo, lo determinan un oligopolio de menos de 10 (diez) instituciones financieras llamadas «Bancos Múltiples», que se ponen de acuerdo en una asociación denominada de «Bancos Comerciales» al margen de los principios económicos de una sana competencia. Además, estos bancos no son verdaderos intermediarios financieros, sino que son parte de grupos económicos que se financian de una manera barata, a partir de la recepción de los recursos financieros de las familias o individuos, que tienen ahorros y no quieren invertir, sino asegurar su futuro. )Y las autoridades monetarias y financieras? (Bien gracias! Es preferible tener tranquilos a menos de diez grupos influyentes, que a un (1) millón de familias o dos (2) millones de personas, no agrupadas, que ni se enteran que les están chupando la sangre mililitro a mililitro, tras la parafernalia de las rifas ((país que le gusta una rifa como este!), bajo la ceguera pertinaz de los legisladores nacionales y de las autoridades monetarias y financieras.

Cuando se le ocurrió al Banco Central propiciar una compensación a los depósitos mayores de certificados a plazo, ((por qué de los ahorros de los más pobres nadie se apiada!), considerando la inflación, para asegurar el valor de los ahorros de más volumen, ahí viene el clamor del CONEP (principal beneficiario de la pobreza de la familia de ahorrantes mayores y menores) y sus aduladores de la sociedad civil, a protestar y criticar negativamente, el nivel de la tasa activa de interés, que es la que pagan los empresarios, que a la vez son dueños de los bancos múltiples dominicanos y beneficiarios de los recursos de los bancos múltiples extranjeros.

Pero las asociaciones de ahorro y préstamo para la vivienda dan vergüenza. )Y las autoridades monetarias y financieras? apoyan, al menos por omisión, las rifas y han permanecido con una actitud, a todas luces cómplices, de la audacia de los manejadores de dichas asociaciones, que amén de que contribuyen a defraudar al Estado con los impuestos sobre beneficio o renta, se han hecho reos de no pagar dividendos a los dueños de cuentas de ahorros y han secuestrado el principio del mutualismo, que les dio razón de ser. Mientras tanto los ahorrantes, por su ignorancia, su incapacidad de asociarse, son esquilmados por los nobles que manejan su dinero para el beneficio de unos pocos.

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