La tensión económica mundial
¿Cuál será el nuevo ritmo económico mundial?

<STRONG>La tensión económica mundial<BR></STRONG>¿Cuál será el nuevo ritmo económico mundial?

Según las proyecciones, el ritmo de crecimiento mundial caerá a 0.5% en 2009, la tasa más baja registrada desde la Segunda Guerra Mundial. Pese a que hasta ahora se han adoptado medidas de amplio alcance en la economía mundial, subsisten todavía agudas tensiones financieras que dificulta prever lo que pueda suceder en lo que resta del año.

Aparentemente, no será posible una recuperación económica sostenida mientras no se restablezca la funcionalidad del sector financiero y se destraben los mercados de crédito. No obstante, suponiendo que se apliquen medidas de política financiera más completas y coordinadas que permitan una normalización gradual de la situación del mercado financiero, así como un considerable estímulo fiscal y grandes recortes de las tasas de interés en muchas economías avanzadas, se prevé que el producto empezará a recuperarse a finales de 2009 y aumentará cerca del 1% en 2010. Se supone que la estabilización del mercado de la vivienda en Estados Unidos debería contribuir a sustentar la recuperación.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que el crecimiento mundial descenderá a 0.5% en 2009, producto de estimaciones negativas en las tasas de crecimiento de la gran mayoría de las economías de los países avanzados. Los Estados Unidos decrecerían un 2%, la Zona Euro un 1.6%, y Japón  un 0.3%. Por su parte, si bien China y la India continuarán creciendo, lo harán a una tasa de crecimiento menor, de 9.0 y 7.3%, respectivamente. Y las economías emergentes y en desarrollo, pasarán de un 6.3% en 2008 a un 3.3% en 2009. Así, con la ayuda de continuos esfuerzos por aliviar las tensiones crediticias y de la adopción de políticas fiscales y monetarias expansivas, se proyecta una recuperación gradual de la economía mundial para 2010, con un repunte del crecimiento al 3%. No obstante, las perspectivas son muy inciertas, y el momento y el ritmo de la recuperación dependerán de la aplicación de medidas de política enérgicas.

La tensión financiera

Según diversos analistas y centros de investigación en todo el mundo la situación económica mundial aún no ha tocado fondo. Por ello, se prevé que los mercados financieros seguirán registrando tensiones. En las economías avanzadas, probablemente continuarán las dificultades en los mercados hasta que se implementen fuertes medidas de política para reestructurar el sector financiero, pueda resolverse la incertidumbre asociada a las pérdidas y se quiebre el círculo vicioso que alimenta la desaceleración de la economía real.

Y en las economías emergentes, las condiciones del financiamiento quizás se mantendrán difíciles por algún tiempo, por la elevada renovación de créditos. Porque lo cierto es que los mercados financieros han seguido en una situación muy difícil y más prolongada que la prevista, pese a que se han adoptado medidas de política de amplio alcance para suministrar capital adicional y reducir los riesgos de crédito. Los diferenciales (spreads) en los mercados de financiamiento de economías avanzadas se han reducido solo de manera gradual pese a las garantías públicas, y en las economías emergentes, los spreads de la deuda soberana y corporativa siguen siendo elevados, aunque se moderaron recientemente.

Según la edición de enero de 2009 del “Informe sobre la estabilidad financiera mundial” del FMI el producto y el comercio mundiales se desplomaron en los últimos meses de 2008. De esta manera, en vista de que las políticas no han logrado disipar la incertidumbre, la continuación de la crisis ha generado una abrupta caída generalizada de los precios de los activos en las economías avanzadas y emergentes, provocando una reducción en el patrimonio de los hogares y, por consiguiente, presionando a la baja la demanda de consumo. Además, el alto nivel de incertidumbre ha traído como consecuencia que los hogares y las empresas tengan que aplazar gastos, lo cual ha reducido la demanda de bienes de consumo y de capital. Al mismo tiempo, las perturbaciones del crédito están restringiendo el gasto de los hogares y contrayendo la producción y el comercio.

El desplome de la demanda mundial ha dado lugar a un colapso de los precios de las materias primas. A pesar de los recortes de producción y las tensiones geopolíticas, los precios del petróleo se han reducido más del 60% con respecto a su nivel máximo de julio de 2008, aunque se mantienen más altos en términos reales que durante los años noventa.

La proyección de referencia del precio del petróleo elaborada por el FMI se ha revisado a la baja, a US$50 el barril en 2009 y US$60 el barril en 2010. Los precios de los alimentos y metales también se han revisado a la baja conforme a la evolución reciente. Pero también, la pérdida de dinamismo de la actividad real y la disminución de los precios de las materias primas han atemperado las presiones inflacionarias. En las economías avanzadas, se prevé una reducción de la inflación global del 3.5% en 2008, a un nivel sin precedentes de 0.3% en 2009, y un repunte hasta 0.8% en 2010. Asimismo, se prevé que algunas economías avanzadas registren un período de muy bajos aumentos (o incluso negativos) de los precios al consumidor. En las economías emergentes y en desarrollo también se prevé que la inflación se reduzca de más del 9.2% en 2008, al 5.8% en 2009, y 5% en 2010.

Las medidas

Para combatir la desaceleración, muchos gobiernos han anunciado la aplicación de medidas fiscales orientadas a reactivar sus economías. Por lo tanto, las nuevas proyecciones económicas incluyen una expansión fiscal considerable. Concretamente, en los países del Grupo de los Veinte (G-20) en 2009 se proyecta un estímulo fiscal del 1.5% del PIB. También se prevén aumentos del déficit derivados del funcionamiento de los estabilizadores automáticos y el impacto en los ingresos del fuerte descenso de los precios de los activos, así como del costo de los rescates del sector financiero. En consecuencia, se proyecta que el saldo fiscal en las economías avanzadas se reducirá 3¼ puntos porcentuales, hasta -7% del PIB en 2009.

Ya sabemos que, frente al rápido deterioro de las perspectivas y la moderación de las presiones inflacionarias, los bancos centrales en economías avanzadas han adoptado sólidas medidas para reducir las tasas de referencia y mejorar el suministro de crédito. Aun así, aunque las medidas de política se han centrado hasta el momento en hacer frente a los desafíos que representan un riesgo inmediato para la estabilidad financiera (mediante el respaldo de liquidez, garantías de depósitos y planes de recapitalización), no han contribuido eficazmente a resolver la incertidumbre con respecto a la solvencia a largo plazo de las instituciones financieras.

Por eso se entiende que el proceso de reconocimiento de las pérdidas y la reestructuración de los préstamos incobrables aún no han finalizado. Por lo tanto, las políticas del sector financiero deberán centrarse en avanzar en este proceso obligando a reconocer de manera creíble y coordinada las pérdidas por concepto de préstamos y proporcionando respaldo público a las instituciones financieras viables. Por su parte, la política monetaria seguirá siendo un importante instrumento de política. Las proyecciones prevén una sustancial reducción de las tasas de referencia, aunque la eficacia de estos recortes para respaldar la actividad probablemente se verá limitada mientras persistan las difíciles condiciones financieras actuales.

Dado que en algunas grandes economías se han recortado las tasas de interés casi a cero, los bancos centrales están examinando otros enfoques de política basados en el uso de los balances para que las condiciones monetarias sean aún más expansivas. El objetivo principal debe ser restablecer el buen funcionamiento de los principales mercados de crédito (de diferenciales altos y bajo nivel de liquidez). 

Zoom

Los riesgos

A partir de este  2009, predominan en las economías del mundo los riesgos a reducir las tasas de crecimiento y las perspectivas, ya que la magnitud y el alcance de la actual crisis financiera han conducido a la economía mundial hacia un terreno desconocido. Hasta ahora, el principal riesgo sería no afrontar con contundencia estas mayores tensiones financieras e incertidumbres.

De no ser así, el círculo vicioso entre la actividad real y los mercados financieros se intensificará, lo que tendrá efectos aún más perjudiciales sobre el crecimiento mundial. Mientras los sectores empresariales de las economías emergentes podrían verse gravemente afectados por la persistente limitación del acceso al financiamiento externo. Además, si bien la política fiscal está proporcionando un importante respaldo a corto plazo, el fuerte incremento de las emisiones de deuda pública podría provocar una reacción negativa del mercado.

La cifra

0.5% es la tasa a la que se estima crecerá la economía mundial este  2009, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). La economía mundial venía creciendo a una tasa promedio de 4.04% anual entre 2000 y 2008, experimentando tasas superiores al 5% en 2006 y 2007.

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