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La caída del régimen trujillista fue un proceso iniciado tras el triunfo de la Revolución Cubana en 1959. Produjo una repatriación armada de doscientos expedicionarios encabezados por Enrique Jimenes Moya, virtualmente masacrados por la tiranía. En 1960 una vasta conspiración encabezada por Manolo Tavárez y Minerva Mirabal, fue violentamente reprimida con asesinatos y torturas; luego se produjo el activismo izquierdista del Movimiento Popular Dominicano (MPD) en la clase obrera, por un tiempo aceptado por Trujillo para espantar a Estados Unidos; le siguió la decapitación de la tiranía el 30 de mayo de 1961, por antiguos colaboradores del régimen encabezados por Antonio de la Maza.
Depués la acción política del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) de Juan Bosch, los grupos antitrujillistas organizados a través de la Unión Cívica Nacional (UCN) encabezados Viriato Fiallo, de tendencia conservadora, y la agrupación política del 14 de Junio (1J4), lidereada por Manolo Tavárez, enfrentaron resueltamente el continuismo de Ramfis y Joaquín Balaguer, Luego del ametrallamiento de una multitud que exigía la renuncia de Balaguer; cayó el régimen trujillista que durante 32 años oprimió al pueblo dominicano.
A partir de entonces hasta el 1966 la vida pública dominicana puede resumirse así:
En 1962 la UCN tomó el control del Consejo de Estado creado días antes por Balaguer encabezado por Rafael Bonnelly, que deportó a izquierdistas, pero organizó elecciones libres, ganadas por Juan Bosch y el PRD. En 1963, Bosch estableció una Constitución democrática y se negó a perseguir supuestos izquierdistas. Una conspiración organizada por los cívicos, religiosos y la oligarquía de comerciantes, terratenientes y militares trujillistas, dieron un golpe de Estado en septiembre instalaron un Triunvirato, controlado en lo civil por UCN (Reid Cabral, etc,) y en lo militar por Elías Wessin. Una insurrección en las montañas organizada por el 1J4 fue aplastada y Manolo Tavárez asesinado, lo que confirmó el carácter antidemocrático y corrupto del régimen.
En abril 1965, un movimiento de militares constitucionalistas orientado por Rafael Fernández Domínguez, y en lo político por el PRD dirigido desde Puerto Rico por Bosch, y en el país por Peña Gómez protagonizó un contragolpe para el retorno a la constitucionalidad.
Una reacción militar contra el gobierno constitucionalista presidido por Rafael Molina Ureña, organizada por los agregados militares norteamericanos, que bombardeó el Palacio Nacional y los Campamentos Militares, fue rechazada por el pueblo en armas encabezado por Caamaño, lo que indujo a Estados Unidos a intervenir militarmente.
Tras 4 meses de resistencia heroica, el gobierno constitucionalista de Caamaño entregó el poder a un Gobierno Provisional encabezado por Héctor García Godoy que garantizaba los avances Constitucionales del 1963 y la no deportación de dominicanos; mientras los altos jerarcas colaboracionistas quedaron con el control militar efectivo. Caamaño, Wessin y otros debieron salir del país.
El proceso electoral del 1966 se realizó en medio de una escalada terrorista contra los constitucionalistas y Juan Bosch como candidato, quien tuvo que contentarse con hacer campaña por radio y las ganó Balaguer. Dos meses después se retiraron las tropas extranjeras.
La Guerra de Abril fue una expresión de la lucha social detenida 50 años atrás por la intervención norteamericana y la tiranía trujillista, que trajeron al país más impunidad, subdesarrollo y dependencia hacia Estados Unidos.