La terminal: Tom Hanks vive en el aeropuerto JFK

La terminal: Tom Hanks vive en el aeropuerto JFK

POR PAVEL LEREBOURS
Cuando se viaja en avión siempre se corre el riesgo de quedarse detenido en la terminal de un aeropuerto. Dice el productor y director Steven Spielberg: “Es algo que a todos nos ha pasado. No conozco a nadie que no le haya tocado en alguna ocasión pasar más tiempo sentado en el aeropuerto que en su butaca del avión. Un aeropuerto se ha convertido en un pequeño microcosmos de la sociedad. Es un lugar donde se come, se hacen compras, se conoce gente…”.

Basada parcialmente en un hecho real, el del iraní que vive desde 1998 en el aeropuerto Charles De Gaulle de París, Steven Spileberg ha encerrado a Tom Hanks en el JFK de Nueva York en ‘The terminal’, en el que es su tercer filme juntos tras ‘Salvar al soldado Ryan’ y ‘Atrápame si puedes’.

Hanks interpreta a Viktor Navorski, un inmigrante de los Balcanes que se ve involuntariamente exilado en un aeropuerto de los Estados Unidos cuando una guerra estalla en su pequeño país de origen, dejándole con un pasaporte nulo y sin saber dónde ir. Como sus papeles pasan a no tener validez, Viktor se queda como residente del aeropuerto. Según pasan las semanas y los meses, Viktor descubre en el microcosmos comprimido de la terminal un mundo complejo y absurdo en el que encuentra generosidad, ambición, divertimento, juegos de poder y estatus. Hace descubrimientos inesperados y hasta encuentra el amor con una hermosa azafata de vuelo llamada Amelia (Catherine Zeta-Jones).

Steven Spielberg

Idolatrado, odiado, criticado, discutido, Steven Spielberg y su filmografía han sido punto de debate durante años y sus películas no escapan a la controversia. Con verdaderas obras maestras y algún clavillo en su carrera, lo que no se puede discutir es el oficio y la visión de mercado del autor. Tiene en su haber varios de los éxitos más grandes de la historia del cine.

Hasta el momento ha ganado tres Oscar: al mejor director y a la mejor película por ‘La lista de Schindler’ y al mejor director por ‘Salvar al soldado Ryan’. Asimismo ha sido nominado como mejor director por ‘E. T. El extraterrestre’, ‘En busca del arca perdida’ y ‘Encuentros cercanos en la tercera fase’.

 “La lista de Schindler’ se convirtió en la película más premiada de 1994, obteniendo un total de siete Oscar, premios de muchas asociaciones de críticos, siete premios de la Academia Británica, un Globo de Oro y el premio del Directors Guild of America.

 ‘Salvar al soldado Ryan’ fue la película más taquillera en el mercado americano de 1998, ganó cinco Oscar, dos Globos de Oro, premios de muchas asociaciones de críticos, y los premios del Directors Guild of America y el Producers Guild of America, que también le otorgó a Spielberg ese año el Milestone Award por su contribución histórica a la industria del cine. En total, el cineasta ha conseguido nueve nominaciones del Directors Guild of America, más que ningún otro director, y en el año 2000 recibió del gremio de sus colegas, el Lifetime Achievement Award (premio a los méritos de toda una carrrera).

Spielberg nació en Cincinatti, Ohio. Siendo adolescente empezó a hacer cine amateur y en 1969 su corto ‘Amblin’ le consiguió un contrato con la Universal. Cuatro años después rodó el telefilme (estrenado en salas de cine) ‘El diablo sobre ruedas”, al que siguió su primer largometraje, ‘Loca evasión’. Luego vinieron títulos como ‘Tiburón’, la trilogía de ‘Indiana Jones’, ‘Para siempre’, ‘El capitán Garfio’, ‘El color púrpura’… y más recientemente ‘A. I. Inteligencia artificial’, ‘Minority Report’ y ‘Atrápame si puedes’.

En 1984 Spielberg fundó la productora Amblin Entertainment y en 1994 fundó Dreamworks SKG con Jeffrey Katzenberg .

“Un instante en Nueva York”: Una comedia hueca

Las famosas hermanas Ashley y Mary-Kate Olsen encarnan a las gemelas Ryan, que en el filme no se soportan la una a la otra. Jane (Ashley) es obsesiva, controladora, responsable y sueña con ganarse una beca para irse a estudiar a Oxford; Roxy (Mary-Kate) es roquera, rebelde, desordenada y busca ser descubierta por algún productor musical.

Así pues, planteadas las diferencias radicales entre las dos, cada  irá por su sueño: una tendrá que dar un discurso en Columbia para ganarse la ansiada beca, mientras la otra buscará darle un CD de prueba a unos ejecutivos musicales.

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