A juzgar por las opiniones que expresan los ciudadanos por diferentes medios, todas las instituciones que forman el actual Sistema Dominicano de Seguridad Social, son generadoras de altos niveles de insatisfacción entre los afiliados de este. Por ejemplo, la forma dictatorial empleada por las principales Administradoras de Fondos de Pensiones, para supuestamente gestionar el dinero de los trabajadores. La estructura y criterios empleados por las AFP se parecen a los de las tiranías. Es decir, quien tiene el poder hace y deshace.

En el marco de los esfuerzos que llevan a cabo el Poder Ejecutivo y la Comisión Bicameral del Congreso Nacional, tendentes a modificar la Ley 87-01, bien haría la Asociación Dominicana de Administradoras de Fondos de Pensiones (ADAFP), en ordenar un estudio nacional que permita medir y conocer la satisfacción, opiniones y percepciones de los trabajadores, con respecto a la calidad y pertinencia de los servicios que reciben de parte de las AFP. En este orden,  es casi seguro que si dicho estudio se realizase apegado a criterios científicos y objetivos, un alto porcentaje de los consultados diría estar insatisfecho con el desempeño tiránico de estas entidades, las cuales tienen más beneficios que los dueños del capital, los trabajadores.

Las modificaciones a la Ley 87-01, tienen que ser profundas, estructurales y diversas. Son tantas las mejoras pendientes, que tal vez sea más viable y oportuno partir de cero. Es decir, elaborar un nuevo marco legal, en el que se construya un sistema de seguridad social que coloque en el centro de sus decisiones y actuaciones el factor humano, y no los intereses económicos de los grupos financieros.

Lo esencial y estratégico de un sistema de seguridad social, es proteger y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, no es facilitar que los más ricos y poderosos expandan sus riquezas materiales, en perjuicio del bienestar colectivo. Las modificaciones a la Ley 87-01 tienen que abordar y replantear el rol de cada una de las instituciones que integran el Sistema Dominicano de Seguridad Social. Por ejemplo, eliminar la estructura tiránica con la que actualmente operan las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).

Desde que inició el Sistema Dominicano de Seguridad Social, el modus operandi de las principales Aseguradoras de Fondos de Pensiones, solo ha servido para que sus sustentadores, los bancos, ganen más dinero. Dicho de otro modo, la tiranía de las AFP ha consolidado el poder económico del sector financiero, a costa de los ahorros de los afiliados del SDSS. ¿Es justo que las AFP Crecer (Scotiabank), Popular (Banco Popular), Reservas (Banreservas), Siembra (BHD León) y la Romana, mediante la instauración de un sistema administrativo dictatorial obtengan más beneficios que los propietarios del capital?

El sector financiero dominicano ha logrado establecer y mantener la tiranía perfecta para incrementar su poder económico, a través del dinero que ahorran los trabajadores para sus pensiones. Para ello, cuentan con disposiciones específicas establecidas en la Ley 87-01, una efectiva estructura mediática, denominada Asociación de Aseguradoras de Fondos de Pensiones, la cual tiene como propósito defender a capa y espada los intereses mercantilistas de los bancos comerciales, así como la planificación, ejecución y control de campañas coyunturales de marketing salvaje.

Las características de la tiranía administrativa que llevan a cabo las AFP, son iguales a las que sirven de sustento a los regímenes dictatoriales: imposición, autoritarismo, negación de derechos adquiridos, concentración de poder de una élite, arbitrariedad, manipulación y control de la opinión pública, entre otras acciones dirigidas a mantener el statu quo favorable a sus intereses de grupos.

La tiranía con la que las AFP manejan el dinero de los trabajadores dominicanos, impide que cientos de miles de ellos puedan retirar sus ahorros del régimen de capitalización individual, una vez han concluido su vida laboral. La tiranía administrativa instaurada por las Administradoras de Fondos de Pensiones, lo único que les permite a los trabajadores que al momento de iniciar el Sistema de Seguridad Social no tenían 45 años y más de edad, es una indignante pensión, la cual siempre será muy inferior al salario recibido cuando se estaba activo laboralmente.

La tiranía que ejercen las AFP, amparándose en disposiciones de la Ley 87-01, conspira con la estabilidad psicoemocional y socioeconómica de los trabajadores dominicanos. Es inexplicable que las Administradoras de Fondos de Pensiones se hayan convertido en medios legales para ampliar las utilidades de los bancos, aunque sea en detrimento de los intereses de los dueños del capital, los trabajadores. La arrogancia, el autoritarismo y la prepotencia de las tiranías solo se eliminan con la fuerza, la unidad y el empoderamiento de la ciudadanía.