La tormentosa vida del envidioso

La tormentosa vida del envidioso

La envidia no mata, pero mortifica… así reza una expresión muy común entre los dominicanos.

Y es que, ciertamente, las personas que albergan este sentimiento viven atormentadas por los logros ajenos, llegando a sentir dolor, ira y desdicha.

Heidy Camilo, psicóloga clínica, explica que la envidia es entendida como un sentimiento negativo: la persona envidiosa siente rabia e ira cuando otra persona logra alguna meta o adquiere algún bien material.

Al ser cuestionada sobre los motivos que pueden provocar este sentimiento, la especialista de la conducta dice que la misma viene dada por una idea de alto sentido de merecimiento y la no aceptación de las propias limitaciones.

Es decir, la persona envidiosa piensa que puede realizar un mejor trabajo o que es merecedora del logro que otra persona obtuvo. Todo esto porque no es capaz de asumir que otro ser humano tiene capacidades y habilidades diferentes a él o ella.
Asegura que las personas que conviven con este sentimiento suelen vivir ansiosas y estresadas, pues cada vez que otra persona logra o adquiere algo se elevan sus niveles de estrés, lo que puede afectar la salud del individuo.

“También existe envidia ‘positiva’ -por así decirlo- en cuyo caso el sentimiento es más bien de gusto y placer porque una amiga o conocida logró alguna meta, y la persona envidiosa en ese sentido, aún no la ha alcanzado”, asegura Camilo.

Surgimiento de la envidia. La terapeuta explica que este sentimiento surge en muchas personas con un sistema de creencias basado en la comparación.

“Cuando comparamos unos niños con otros, les hacemos notar que otros son mejores, esto crea en el menor un pobre auto concepto y a su vez, hace que empiece a desear ser como otros para ser amado a aceptado” advierte.

Con el tiempo se construye una espiral sobre la base de querer ser como los otros y al mismo tiempo trata de esconderlo debajo una imagen de autosuficiencia.

Perfil de una persona envidiosa. Camilo explica que no existe un perfil único de la persona envidiosa, pues todo ser humano en algún momento de su vida ha sentido envidia.

“Algunas personas son más propensas a experimentar este mezquino sentimiento, estas personas a pesar de mostrarse como “sabelotodos” o un poco narcisistas, en realidad viven una profunda inseguridad en sí mismas”, dice la psicóloga.

Explica que este tipo de persona no se conoce y mucho menos se acepta, tiene una pobre autoestima y una gran necesidad de reconocimiento personal y social.

¿Cómo identificar a un envidioso? Identificar a un ser envidioso es fácil. La persona envidiosa no lo dice directamente, pero cuando alguien logra o consigue algo se muestra furiosa y crítica absolutamente todo, inclusive llega a decir que él o ella lo hubiera hecho mejor, explica la especialista de la conducta.

Además, suelen tener diversas formas de expresión, ya que la envidia no pasa desapercibida. Entre esas formas comunes, los envidiosos manifiestan su sentimiento con críticas, murmuración, injurias, rechazo, agresiones, represión, humor negro, rivalidad, y difamación.

Manejar este sentimiento. La especialista explica que para aprender a manejar este dañino sentimiento, primero se debe hacer una profunda auto exploración para descubrir cuáles son sus fortalezas y limitaciones como ser humano.

Luego aceptarlas y aprender a maximizar, es decir, potencializar las fortalezas y renunciar a la idea de que se es bueno en todo. Esto es falso. “Todo ser humano tiene debilidades, esto es lo que nos humaniza”, concluye Camilo.

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