La tradición  del sándwich dominicano cumple
50 años

La tradición  del sándwich dominicano cumple <BR>50 años

POR MIRFAK ROWLAND
Es una satisfacción para quien decide abrir un establecimiento, ver como éste, con el paso de los años, adquiere más renombre y su clientela aumenta gracias a los servicios brindados.

Porque, a decir verdad, en este país son muy pocos los lugares de expendio de comida que permanecen por décadas en el gusto de la gente y que día tras día son preferidos por diversas generaciones.

Ese es el caso de la “Barra Payán”, la cual se encuentra ubicada en la calle 30 de Marzo, en el sector de San Carlos, y cumple 50 años elaborando sándwiches y jugos naturales, y es un punto de encuentro en el que personas de todas las edades se reúnen a degustar delicias cargadas de sabor y tradición.

La clave para el éxito de este lugar se basa en el hecho de que ha sido administrado por una familia unida y numerosa, que asumió la responsabilidad de llevar las riendas de un establecimiento que, para rendir frutos, necesita de esfuerzo, trabajo y  de una estricta supervisión.

Su fundador, el octogenario Juan Frías Payán, ha dedicado gran parte de su vida a la administración de esta barra, involucrando a hijos y nietos en la labor, y enseñándoles a desempeñar desde el humilde oficio de fregar y limpiar los enseres usados para preparar los sándwiches y jugos, hasta una de las más complejas como lo es la administración y supervisión de la pequeña empresa familiar.

Este caballero, con la vitalidad y energía de un jovenzuelo, expresa con orgullo su satisfacción ante la gran acogida y el apoyo que siempre ha tenido, no sólo de dominicanos, sino de personas de todo el mundo, incluyendo artistas, deportistas y políticos.

“La gente viene a comer aquí, porque nuestra tradición siempre ha sido vender a precios módicos, para que el pueblo pueda consumir nuestros productos sin tener que hacer ningún sacrificio”, indicó Frías Payán.

Agregó que su negocio es una tradición en nuestro país, y que por tal razón, “otros comercios de este tipo han intentado copiar su esencia y le han puesto nombres parecidos al suyo, lo que es una falta de creatividad y de originalidad”.

“Cuando inicié este negocio, le iba a poner como nombre ‘Barra Mi Encanto’, pero le puse ‘Barra Payán’ gracias a la sugerencia de un amigo”, expresó.

Destacó entre los atractivos de la barra, los precios de los sándwiches, que oscilan entre RD$50 a RD$90. Los precios de los jugos naturales y la variedad, la cual incluye opciones como la chinola, naranja, lechosa, melón, limón, zapote…, incluyendo en el menú sabores como el de la fresa, poco usual para preparar bebidas sin alcohol.

Agregó como rasgo distintivo el hecho de que a los clientes se les lleva sus pedidos hasta el vehículo en bandeja, algo peculiar y muy interesante.

“Últimamente se está dando el caso de que los nuevos clientes son hijos y nietos de los viejos clientes, lo que reafirma nuestra tradición”, dijo.

En tal sentido, añadió que las nuevas franquicias de comida rápida instaladas en el país no han afectado su negocio, ya que quienes visitan el lugar son clientes asiduos que conocen la calidad de sus productos.

La humildad caracteriza  a este pequeño empresario, quien considera que no importa la clase social de quien consuma en “Barra Payán”, pues todos los clientes deben de ser tratados por igual.

“Aquí puede venir desde un limpiabotas hasta un empresario o funcionario y a ambos se les brindarán las mismas atenciones”, indicó.

Frías Payán exhortó a las nuevas generaciones a trabajar con honestidad, tesón y ahínco, para que logren todas sus metas y puedan caminar siempre con la frente en alto.

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