La tragedia de renovar una placa

La tragedia de renovar una placa

R. VIDAL MARTÍNEZ
Este gobierno del PLD que está manejando un país sometido a una serie de privaciones, muchas de las cuales no son de su total responsabilidad, como es el aumento del costo de la vida, el alto precio y la carencia de energía eléctrica, la inseguridad ciudadana, la falta de empleo para nuestra juventud, la carencia de seguridad social para proteger la vejez, la corrupción oficial y privada, y muchas otras dificultades que cada dominicano está sufriendo en la actualidad. Sin embargo, este gobierno, en lugar de tratar de mejorar o de no agravar la situación del ciudadano común, se inventa cada día, inexplicablemente, nuevos e innecesarios motivos para crear irritación entre la población dominicana. Ese es el caso del pago del impuesto por la renovación del marbete de las placas de los vehículos que se está efectuando en este momento.

En efecto, la Dirección de Impuestos Internos está desde hace algún tiempo invitando al público a renovar el marbete para las placas de los vehículos que circulan en el país, indicando además que ha establecido una amplia red de lugares donde puede realizarse dicha renovación de una forma sencilla y rápida, para lo cual solamente es necesario llevar una copia de la matrícula del vehículo de que se trate y pagar RD$1,200.00 o RD$2,200.00 dependiendo del año de fabricación del automóvil. Inclusive se ha estado criticando a la ciudadanía por el hecho de no estar procediendo a la renovación con suficiente antelación, previéndose que luego puede haber aglomeraciones que no permitan pagar el impuesto antes de la fecha límite establecida para el día 10 del presente mes de octubre y señalado que no habrá prórroga alguna y que la fuerza pública se dedicará a partir de esa fecha a incautar los vehículos que no hayan efectuado la renovación, teniendo luego los propietarios que pagar un fuerte recargo y el costo de la grúa utilizada para remolcar el auto, para poder recuperar el mismo.

Para todas aquellas personas – inclusive medios de comunicación – que se han dedicado a criticar a la población por dejar para los últimos días la renovación de su placa, queremos aclarar que no es lo mismo pagar una suma de dinero dos meses antes o dos meses después. La miseria que afecta a la mayoría de los dominicanos los obliga a posponer hasta el último momento el pago de cualquier obligación, pues muchos propietarios de vehículos tienen un presupuesto de gastos estricto hasta el grado de que para renovar el marbete tienen que dejar de pagar el colegio de sus hijos, o atrasar el pago del alquiler de su vivienda, o reducir su nivel de vida durante el mes en que realice dicho pago. Pero lo que nos ha llamado la atención y queremos narrar a continuación, es algo realmente insólito.

Un joven estudiante hizo el sacrificio correspondiente y reunió el dinero para hacer la renovación del marbete de su automóvil. No queriendo dejarlo para el último momento se dirigió al Banco BDI instalado en el centro comercial La Sirena de la avenida Winston Churchill con la copia de su matrícula de  un viejo auto modelo 1978. Después de agotar una fila en dicho banco, cuando trató de pagar la renovación, la cajera le advirtió que no podía renovar esa placa y que debía dirigirse a la Dirección de Impuestos Internos para poder hacer la renovación. Sin recibir mayor explicación, se dirigió a la oficina central de Impuestos Internos de la avenida México frente a la Secretaría de Finanzas, y allí le dijeron que tenía que ir a la Colecturía No. 6 ubicada en la esquina de la calle Jacinto de la Concha con México en el sector de Villa Francisca. Cuando llegó allí, se encontró con una fila de personas que tenían horas esperando que los atendieran, ya que según le explicaron se trataba de un proceso de “actualización de datos” que es como llaman en dicha oficina a la situación creada. El joven de referencia no pudo quedarse ese día a resolver el caso, pues ya había perdido toda la mañana y tenía que asistir a la Universidad en la tarde, pero decidió que dedicaría el día siguiente a tratar de obtener la renovación de su placa, para lo cual se trasladó desde temprano a la mencionada Colecturía No. 6 a pacientemente hacer la fila necesaria hasta ser atendido. Permaneció alrededor de dos horas en la cola, oyendo todo tipo de insultos contra el Gobierno y contra los empleados que no daban abasto para atender a tantas personas con el mismo problema. Cuando al fin le tocó su turno le explicaron que se trataba de que su matrícula no tenía el número de la cédula de identificación del propietario del auto, a lo cual el joven contestó que si un carro de 1978 con 26 años en el país no tenía el número de la cédula del propietario en la matrícula se debía a una falta de la oficina de Impuestos Internos, que debía tener un historial completo del vehículo y que si querían incluirlo ahora en la matrícula solamente tenían que ir a sus archivos para obtener el dato correspondiente. El empleado asintió en la veracidad del alegato pero le informó que se había decidido que fuera el ciudadano que aportara el dato para lo cual era preciso que presentara la cédula o una copia de la cédula del propietario. El joven del caso quedó estupefacto, el carro es propiedad de su padre, el cual se halla actualmente trabajando en Europa. Su padre le dejó el viejo auto para que pudiera asistir a la Universidad, y él tiene dificultad para comunicarse rápidamente con su padre porque, por la naturaleza del trabajo que tiene en Europa, se mantiene viajando constantemente, y además probablemente no conserva su cédula dominicana por estar viviendo fuera del país desde hace tiempo. Ante esa situación, el joven del caso que nos ocupa está ante la alternativa de no poder renovar su marbete, lo cual para él constituye una tragedia, y todo por una verdadera necedad de la oficina de Impuestos Internos que si quiere cubrir su falta de no tener las matrículas debidamente llenadas, ha debido recurrir a sus archivos y no crearle un problema adicional al pueblo dominicano el cual se halla ahíto de problemas y de miserias.

El caso a que nos estamos refiriendo está afectando a miles de personas de todo el país, y se irá agravando al acercarse el plazo fatal para la renovación. Esa enorme cantidad de personas, aunque no tengan la situación del joven a que nos hemos referido porque puedan presentar la cédula correspondiente, están siendo obligadas sin embargo  perder días completos para realizar el pago de un impuesto que se ha estado proclamando como sumamente fácil de realizar, lo cual como hemos descrito constituye una solemne mentira.

Ahora nosotros nos preguntamos ¿qué razón tiene el gobierno de Leonel Fernández para crearle mayores irritaciones innecesarias al pueblo? ¿Cuándo la Dirección de Impuestos Internos ha informado al país que existe ese problema para renovar las placas? ¿Por qué Impuestos Internos ha emitido miles de matrículas sustituyendo la cédula de los propietarios por el número 130000001? ¿No puede esa oficina recurrir a sus archivos para corregir el error que ellos mismos cometieron, en lugar de afectar a tantas personas?

La verdad es que este pobre pueblo no tiene a nadie que lo defienda.  

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