La tragedia une a tres Presidentes

La tragedia une a tres Presidentes

El formidable e increíble sacudimiento de la tierra del pasado martes 12, en horas de la tarde, despertó en millones de personas sentimientos de solidaridad que se creían desaparecidas, y en especial en los dominicanos, que se han volcado de manera admirable en socorrer con los recursos disponibles a los vecinos haitianos, abrumados por una tragedia que ha alterado sus existencias.

La presencia dominicana no se hizo esperar en las calles de Puerto Príncipe. Impulsada por la orden presidencial de ir en socorro del país vecino en las primeras horas del miércoles 13, y en un esfuerzo sobre humano, los socorristas nacionales han mantenido una laboriosa presencia que se manifiesta no solo en Haití sino en los hospitales dominicanos que permiten recuperarse a los haitianos de sus heridas.

La tragedia ha permitido reencontrar a tres presidentes, que sutilmente habían mantenido una actitud muy peculiar y diplomática de aceptarse, sin un fortalecimiento y estrechamiento de vínculos esenciales para la convivencia de los tres países Estados Unidos, Haití y Dominicana.

Fue un orgullo nacional el viaje del presidente Fernández el pasado jueves 14 a Puerto Príncipe, para ver con sus propios ojos la magnitud de la tragedia, y al mismo tiempo, respaldar a un atribulado y desorientado Preval con su país destruido, con miles de muertos y muchos más golpeados por la pérdida de sus seres queridos, viviendas, enseres, alimentos y trabajo.

El viaje de inspección del presidente Fernández a Haití motivó a que el presidente norteamericano Obama se decidiera incluirlo entre los que contribuirían a mitigar la gravedad haitiana y sosteniendo una larga conversación para delinear planes de cooperación mutua y apoyo logístico para que el país fuera la base de operaciones para canalizar la ayuda mundial hacia Haití.

En las primeras horas después de la tragedia, el presidente Obama, en su primer mensaje habló de consultar a los ejecutivos de Canadá, Francia, Brasil y Chile, dejando de lado al presidente dominicano. Luego el jueves 14, lo incluyó de pleno derecho, ya que el país será la base desde la cual se puede llevar a cabo el plan de reconstrucción del vecino país. Al mismo tiempo permite canalizar ordenadamente la ayuda, que en los primeros días, fue de un desorden enorme así como de un desabastecimiento descomunal, pese a tener la pista del aeropuerto y almacenes repletos de agua, alimentos y medicinas.

El país se ha ganado un admirable reconocimiento. Son tantos los dominicanos dedicados al socorro del vecino país y con el gobierno empeñado en llevar a cabo una misión, que como vecinos solidarios, le correspondía teniendo el respaldo de una administración que a veces parece indiferente a los problemas nacionales. Con el caso haitiano se han espabilado y se ha puesto al frente de una gigantesca tarea, cuyas dimensiones podría superar las capacidades del país por el largo tiempo y del dinero que será requerido.

Preval, Obama y Fernández tienen una gran responsabilidad, no solamente ante sus conciudadanos, sino ante el mundo, que ha visto, en estos primeros once días, las horribles escenas de los muertos inundando las calles de Puerto Príncipe y de otras poblaciones, con las masas hambreadas y sin techo, demandando el socorro que llega de la solidaridad de muchas naciones.

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