La trampa del PRD al PLD

La trampa del PRD al PLD

FABIO R. HERRERA-MINIÑO
Los estrategas perredeístas han iniciado una hábil acción de desinformación para colocar al gobierno peledeísta a la defensiva y motivarlo a cometer locuras económicas que lo aparten del programa de rectificaciones económicas que exitosamente ha llevado a cabo en el primer año de su gestión. El hecho de que el PRD publicara un extenso documento analítico del primer año del PLD en el poder, y no le reconociera ningún hecho positivo, habla a las claras de toda una mala leche destinada tan solo a incordiar a más no poder al gobierno para que éste cometa desaciertos en las decisiones, distintas a las que han enmarcado su accionar en los pasados doce meses.

Así mismo, el documento de marras, ayudado por las opiniones de economistas pepehachistas y programeros de televisión y de radio, establece una maniobra, cuyo objetivo a las claras es provocar que se produzca una alteración en la conducción económica destinada a denostar a los artífices del milagro dominicano de los pasados doce meses.

El PRD, y sus principales economistas de asesoría, atacan el descenso de la tasa de cambio como algo que no ha sido beneficioso, y por el contrario dicen que debe estimularse a que se eleve a nombre de que los hoteleros, las zonas francas y los remesadores no están recibiendo suficiente dinero por sus dólares por ese destino de forzar la prima a la baja, proceso que hasta es criticado por sectores del gobierno, que así le hacen el juego a los perredeístas, alegando que la prima debe llevarse a otros niveles cercanos al 40 por 1.

Hasta la fecha, lo que se ha logrado en el descenso de la tasa de cambio, en el crecimiento de los pasados ocho meses y la reducción del índice inflacionario, definen que la capacidad y la confianza han estado de la mano en el sector económico del gobierno, que si bien la gente no percibe esas mejorías, puede tener la tranquilidad de que si no ha ocurrido una explosión de precios por el alza continua del petróleo se ha debido precisamente a todas esas medidas de rectificación adoptadas por el gobierno. Esas positivas acciones se han visto empañadas por el desatino de engordar la nómina estatal con decenas de nombramientos simpáticos a seguidores del PLD y de sus aliados. Si el Gobierno hubiese mantenido un austero programa en sus gastos, más apoyo tuviese en su lucha por las rectificaciones económicas, para sacar al país del hoyo en que había caído, fruto de los desaciertos del PRD en su pasada gestión de gobierno.

La economía se ha recuperado por haber estado sometida a un programa de ajustes, en donde los actores principales del área han contribuido con sus aportes certeros, no obstante verse enfrentados dentro del mismo gobierno con sectores en desacuerdo con el manejo de la economía y buscar por todos los medios opacar los logros.

Fue un tiro fallido el esfuerzo conjunto del PRD y de sus adlátares para desvirtuar el primer año de la administración peledeísta; tanto es así que el documento fue criticado ampliamente y no recibió la difusión que esperaban sus gestores, los cuales se tuvieron que conformar con sus programas de radio y televisión para airear sus frustraciones y apoyarse en que el PLD no tiene todavía un programa de gobierno y que lo están armando a la carrera en base a viajes presidenciales al interior, oyendo las necesidades y haciendo promesas de obras. Indudablemente si éstas se pudieran ejecutar en un 30% sería todo un éxito.

El PRD parte de la base, que el sentir de la gente en contra del alza continua de los combustibles, frenada curiosamente la pasada semana, pudiera ser un motivo de recuperarse del descrédito de su administración anterior; a eso le añaden el auge de la violencia y la tanda de apagones que afecta a la comunidad dominicana. Todos esos ataques perredeístas en contra del gobierno es por estar armando un plan que los lleve a resucitar del descrédito en que cayeron después de su bochornosa gestión del período del 2000 al 2004, saliendo de las cenizas de la ignominia, provocado por ellos mismos al sepultar por sus desmanes a una entidad política que bien merecía otro destino de más prestancia en la historia nacional y no identificarse como una guarida de ambiciosos que solo acuden al poder para enriquecerse.

No hay dudas de que los estrategas perredeístas, con sus compañeros de viaje, enfrentan un gran reto, máxime que el desprendimiento del PRSD podría estremecerlos en sus afanes de preservar su cuota del poder legislativo y municipal en las elecciones del próximo año, que también serán decisivas para el PLD, como partido de masas que por sus errores y elitismo político volvería a repetir la derrota del 1998.

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