A doña Milagros, por sus enseñanzas sobre el celo en la transparencia con que deben administrarse los recursos públicos

Han quedado muy gratamente impresionados ciudadanos que vieron en algunos medios la rueda de prensa del ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Deligne Ascención, dejando abierta una aplicación para que todo tipo de interesados puedan consultar la planificación, ejecución, finalización, inversión y otros detalles sobre las obras que inauguró o construye la administración Abinader en las 32 provincias y el Distrito Nacional.

Viendo en los noticiarios al ingeniero Ascención rememoré aquellas publicaciones que hacía la Dirección de Presupuesto en los 12 años de Joaquín Balaguer rindiendo un informe mensual de ingresos y gastos gubernamentales.

La puesta en servicio de la aplicación, presentada a los periodistas y disponible en el portal mopc.gob.do le da el tiro de gracia a la especie difundida por políticos opositores y su coro mediático de que el gobierno mantiene paralizada la mayoría de sus obras y que no las termina.

Aunque la claridad de lo que hay con cada obra del ministerio es relevante, refleja sólo un aspecto de la formidable labor de transparencia y descentralización de la inversión en infraestructura realizada en toda la geografía nacional por el gobierno del presidente Abinader a través del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).

Coherente con la impronta de honestidad y transparencia gubernamental establecida por el presidente Luis Abinader desde el principio de su gestión (“tengo amigos y colaboradores, pero no cómplices”) el ingeniero Deligne Ascención ha convertido al MOPC, en el pasado una institución famosa por socorridas denuncias de irregularidades, en un modelo de administración pulcra y transparente.

993 procesos. Como reflejan los datos del gráfico adjunto en el primer gobierno de Abinader el MOPC efectuó 993 procesos de compras y contrataciones, sin que se produjera escándalo alguno, cuando es sabido que al no ganar los concursos algunos oferentes acostumbran a denunciar abiertamente las licitaciones o filtran “informaciones” a través de “comunicadores” inescrupulosos.

6.5 veces más contratistas. A ese dato sobre transparencia se agrega que cuando Ascención y su equipo llegaron en 2020 al Ministerio encontraron que había 69 contratistas, elevando el número a 450, es decir, que han descentralizado la cantidad multiplicándola por 6.5 veces.

Se trata de datos muy relevantes pues reflejan la democratización y transparencia de la inversión pública y, lo más importante por ser uno de los principios de la libre empresa que opera en los regímenes democráticos, el fomento de la competitividad que contribuye a que el estado perciba importantes ahorros en la administración de sus recursos y logre la contratación de bienes y servicios de mejor calidad.

Si en administración pulcra y transparente de la gestión pública los numeritos del MOPC no son importantes récords, debe reconocerse que constituyen al menos excelentes aberages.