-2 de 2-
En medio de grandes movilizaciones populares y estudiantiles que pedían a grito su renuncia, el presidente Joaquín Balaguer accedió, el primero de enero de 1962, a la formación de un gobierno colegiado presidido por él mismo e integrado además por los señores Rafael F. Bonnelly, Nicolás Pichardo, Eduardo Read Barreras, Monseñor Eliseo Pérez Sánchez, Antonio Imbert Barreras y Luis Amiama Tió. Pero, a pesar de esa y otras medidas, las protestas en su contra continuaron. Encontrándose el país al borde del caos, el mandatario trujillista promulgó la Ley 5778 mediante la cual le otorgaba a la Universidad Primada de América la autonomía y el fuero universitario y le concedía a la misma el 5% del Presupuesto Nacional para la financiación de sus operaciones. En dicho Edicto, se redefinía la Universidad como una comunidad de profesores y estudiantes con poderes para dictar sus propios estatutos y reglamentos. Pero, las normas establecidas en esa ocasión no concedían a los estudiantes el grado de representación requerido. Esto se constituyó en un obstáculo que impedía el intercambio de opiniones entre estudiantes y profesores y dificultaba la realización de las tareas que demandaban los nuevos tiempos. El Consejo Universitario Provisional, creado acorde con esa misma Ley, suspendió al doctor Joaquín Balaguer de su cargo de catedrático titular de Derecho Constitucional y canceló alrededor de cincuenta catedráticos comprometidos con algunos de los abusos y desmanes cometidos durante la llamada Era de Trujillo. Pero, esto no impidió que intelectuales nombrados por Trujillo y fieles servidores de éste, continuaran ejerciendo posiciones de mando en los organismos de gobierno universitario, sin tomar en cuenta el hecho de que una universidad trujillista sin Trujillo ya no podía ser.
La situación de caos que aquí imperaba provocó, el 18 de enero de 1962, un intento de golpe de Estado de parte del general Pedro Rodríguez Echavarría que contó con la disimulada anuencia del presidente Balaguer. Fallida esa intentona golpista, el doctor Balaguer buscó asilo en la Nunciatura Apostólica; hecho éste que facilitó la restructuración del Consejo de Estado presidido esa vez por el licenciado Rafael F. Bonnelly. Parecía que el país se encaminaba por senderos de paz y de progreso social. En efecto, el 20 de diciembre de 1962 fueron celebradas las primeras elecciones libres en el país, después de 31 años de dictadura, resultando ganador de las mismas el candidato el Partido Revolucionario Dominicano Juan Bosch. Pero, el gobierno surgido de esos comicios duró apenas siete meses.
Debido a las iniciativas del Obispo de la Diócesis de Santiago de los Caballeros, Monseñor Hugo Eduardo Polanco Brito, y al respaldo del Episcopado Dominicano, el 9 de septiembre de 1962, fue fundada en la ciudad de Santiago la Universidad Católica Madre y Maestra. Meses después, el Consejo de Estado, presidido por el presidente Rafael F. Bonnelly, le reconoció a la recién fundad universidad personalidad jurídica y el derecho a conferir títulos académicos “con los mismos alcances, fuerza y validez que tienen los emitidos por la Universidad Autónoma de Santo Domingo” abriéndose así un nuevo espacio de luz y de esperanza en favor de la juventud y la intelectualidad progresista de todo el país.