La UASD no es una empresa

La UASD no es una empresa

JESÚS DE LA ROSA
Los problemas que afectan a la Universidad Autónoma de Santo Domingo y a otras universidades del país, además de manifestar una estrecha interdependencia y estar íntimamente relacionados con los correspondientes problemas del resto de los sectores de la actividad social, son susceptibles de ser ordenados de acuerdo con principios o criterios que permitan establecer jerarquías y prioridades claras, conforme a las políticas de desarrollo de la sociedad.

La Universidad Autónoma de Santo Domingo tiene, entre muchas otras tareas, la del conocimiento del alcance de su misión y el de su propio funcionamiento; el de su estructura; el de su eficacia y eficiencia, el de su capacidad para cumplir sus finalidades como instrumento de socialización, de conservación y transmisión de la cultura; y el de su papel económico como productora de conocimientos, de tecnologías y de recursos humanos calificados.

La UASD, como institución pública de estudios superiores, tiene que conocer, con precisión cada vez mayor, su capacidad para satisfacer y resolver los problemas de su competencia. Su atención a los mismos somete a prueba su potencial para realizar estudios y evaluaciones objetivas sobre su esencia, constitución y funcionamiento internos; sus posibilidades de dar satisfacción a las demandas de educación e investigación; sus posibilidades de estudiar y proponer soluciones a los problemas de desarrollo de la sociedad; sus restricciones externas que inciden y dificultan su propio desarrollo; sus posibilidades reales para regularse y gobernarse y para poder definir e implantar relaciones adecuadas con el medio ambiente que sean acordes con sus funciones, finalidades y principios.

El conocimiento de lo que es o debe ser la UASD, de sus posibilidades a favor de la sociedad que la sustenta, no es inmediato; ya que el mismo no puede reducirse a la simple descripción de los organismos que la constituyen y que proveen de la información básica que da cuenta de su estado.

El conocimiento de la UASD que buscamos es el que se refiere a la determinación y evaluación de su funcionamiento real en relación con su referente obligado: el de una universidad pública autónoma y descentralizada del Estado, dotada de plena capacidad jurídica; y el de aquella que «une a profesores, estudiantes y trabajadores de apoyo a la labor académica, con el propósito de dar cumplimiento a la misión universitaria orientada hacia la búsqueda de la verdad, la proyección del porvenir de la sociedad dominicana y el afianzamiento de los auténticos valores de ésta».

La constatación de las diferencias que podrían encontrarse entre el funcionamiento del modelo de referencia y el cómo realmente opera la UASD es de gran utilidad para la planeación tanto de su oferta académica como de los servicios sociales que presta. Es ésta la única manera de garantizar que el proceso de toma de decisiones empleado por los funcionarios de esa Alta Casa de estudios se funde en conocimientos, no sólo objetivos y científicos, sino específicamente útiles y confiables para la transformación y para los cambios deseados de la sociedad.

Algunos de nuestros economistas se muestran interesados en simplificarnos la tarea y lo que hacen es crearnos más dificultades. Esos caballeros nos proponen que conceptualicemos la Universidad como una empresa, como una unidad de producción, cuyo propósito fundamental sea el de satisfacer la demanda de bienes y servicios educativos. Esos señores no admiten que su pedido pasa por alto otros tipos de características y fines de la UASD como son la contribución de la Alta Casa de estudios a la formación de la personalidad de sus estudiantes; al desarrollo de las capacidades de sus egresados para conocer y transformar la sociedad que lo rodea; y el de coadyuvar como institución rectora a superar los estados de insatisfacciones que agobian a las gentes menos favorecidas del país. Es cierto que hoy se estima que la valoración del potencial científico y tecnológico presente en la UASD y en los diferentes organismos de investigación y de enseñanza superior, constituye un medio privilegiado para aumentar el valor agregado y para mejorar la competitividad de nuestra economía.

La Universidad estatal puede atender a las necesidades del aparato productivo del país sin renunciar a su función crítica encaminada a la defensa de la nación y a combatir los males que nos afectan.

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