La zozobra en que la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) colocó a 40,000 de sus estudiantes que al ir a reinscribirse se encontraron con que solo podían seleccionar una asignatura, o ¡ninguna! es totalmente inaceptable y las autoridades deben dar cuenta de ello.
Al comienzo la universidad trató de evadir el problema y dio toda clase de explicaciones, algunas de ellas fantásticas; o pueriles, como aquella de que los estudiantes de semestres iniciales debían dar oportunidad a los estudiantes de término.
Tuvo que estallar una serie de protestas, huelga de hambre y las consiguientes quejas, muy justas, de los padres de los alumnos perjudicados por la falla del sistema electrónico de inscripciones. Finalmente, el rector asumió su responsabilidad admitiendo el error y la disposición a corregirlo. Se ha señalado lo injustificable de que un sistema moderno y costoso sea totalmente ineficaz, a estas alturas, y que no apareciera nadie para dar una explicación.
Afortunadamente, aunque tardío, ayer el Consejo Universitario aprobó reanudar el proceso a partir del lunes 15 para que los estudiantes que sólo inscribieron una materia puedan hacer una nueva selección.
También se acordó ofrecer libertad para que los alumnos escojan materias hasta el séptimo semestre, teniendo los pre-requisitos aprobados.
Todavía, sin embargo, queda pendiente la fiabilidad del sistema electrónico, ante la posibilidad de que se caiga en cualquier momento.
El gobierno hace inversiones cuestionadas en la UASD, mientras hay aspectos claves sin atender.