La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) está inmersa en un proceso de remozamiento de sus instalaciones, tal como puede apreciarse al recorrer algunas facultades como la de Humanidades, de Ciencias de la Salud y de Ciencias Económicas y Sociales.

El cambio de imagen de la UASD se hace evidente en cuanto se llega a cualquiera de dos de sus puertas principales, la Pablo III y la de la República, cuya remodelación tuvo un valor de tres millones de pesos.

La primera de las puertas tiene como finalidad que la gente identifique a la universidad. La segunda, llamar la atención sobre la importancia de los valores patrios. Ambas, además, sirven para garantizar la seguridad y el ornato de la institución.

Pasando a algunas instalaciones, hay que resaltar el excelente estado de las de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, que fue arreglada recientemente. La pintura, los baños, el paraninfo, los departamentos que funcionan allí y las aulas así lo evidencian.

«Las condiciones físicas han cambiado. Han arreglado algunas facultades. Esta es una de ellas. También han hecho un nuevo edificio, frente al de Ciencias», expresó Teresa Disla, estudiante de Mercadeo.

[b]BONITAS POR FUERA[/b]

A pesar de que es obvio el esfuerzo que hacen las autoridades por cambiar la cara de la UASD, la mayoría de las instalaciones sanitarias dejan mucho que desear. Lo mismo sucede con las aulas de algunos edificios que tienen las fachadas recién pintadas.

Es el caso, por ejemplo, de la Facultad de Artes, un edificio relativamente nuevo que llama la atención por lo bonito de su diseño interior. «Los baños de aquí están descompuestos, nunca llega el aula», se quejó Cindy Castro.

Osvaldo Vásquez, argumentando que los baños sólo los limpian por la mañana, sostuvo que en horas de la tarde la higiene de la facultad deja mucho que desear. Carolina Serrata, por otra parte, aseguró que le da asco usar los baños de la facultad, razón por la que nunca lo hace.

Hay otras áreas, como la Escuela de Idiomas, el Colegio Universitario y los Talleres de Arte, que están realmente descuidadas. Los estudiantes, sin embargo, no pierden la esperanza de que alguien se acuerde de ellos.

En torno a los edificios que sólo han visto pintura en sus fachadas, cabe resaltar el de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura. «La facultad que está en peor condición es la de Ingeniería y Arquitectura. En la gestión pasada no se le dio el apoyo que se debía y en la actualidad se le han hecho simple paliativos. Las instalaciones físicas están en muy mala condición, el decano ha hecho esfuerzos pero los recursos no han llegado. Nuestro peor mal está en los laboratorios, que no están modernizados», indicó Mártires Figuereo, director del Departamento de Ingeniería Química.

En Humanidades, donde estaban pintando el día de ayer, se nota una gran diferencia en el paraninfo, las escaleras y los pasillos. Las aulas, sin embargo, necesitan una mano de pintura.

En Ciencias Políticas y Jurídicas también urge la pintura. Además, según manifestó una alumna, se requiere que compren butacas y que se arreglen los baños. Lo mismo pasa en el edificio de Educación Física, donde también faltan algunas persianas.

En mucha mejor situación están la Facultad de Odontología, de Ciencias y de Ciencias de la Salud. Además, en plena remodelación, se está ampliando el Economato.

Otra construcción que está en marcha es la de la puerta de la Correa y Cidrón, donde ya se están levantando las columnas centrales de la obra.