La UCAI: atención de calidad y medicamentos gratuitos para personas con VIH-SIDA

La UCAI: atención de calidad y medicamentos gratuitos para personas con VIH-SIDA

Tras dos décadas de una desesperante espera que ha dejado un saldo de 34 mil muertes, fue iniciado en el país un ambicioso proyecto multilateral que suplirá gratuitamente atención integral, pruebas de laboratorio y medicamentos a un total de 250,000 personas con VIH/SIDA en los próximos cinco años.

La recién creada Unidad Coordinadora de Atención Integral (UCAI), del Programa Nacional de Atención Integral a las Personas que Viven con el VIH/SIDA, es el resultado de un concierto de voluntades que responde al clamor profundo y sostenido de alargar y mejorar la calidad de esas vidas. La UCAI se propone destinar el 85 por ciento de sus fondos al suministro de servicios de salud de calidad y a la adquisición del arsenal terapéutico indispensable, incluidos los fármacos antirretrovirales –que serán suministrados a once mil pacientes-y los que combaten las infecciones oportunistas.

Se trata de una dependencia de la Dirección General de Control de Infecciones de Transmisión Sexual y SIDA (DIGECITTS), de la Secretaría de Salud Pública, que contará con la asistencia técnica del Consejo Presidencial de SIDA (COPRESIDA).

La donación global a la UCAI será de 84 millones de dólares, por parte de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), a través del Proyecto Conecta, el cual ejecutan en el país la agencia Family Health International (FHI) y sus socios Abt Associates y ALEPH. Igualmente, participan como donantes la Fundación William Jefferson Clinton, la Universidad Columbia y el Banco Mundial.

Organizaciones No Gubernamentales, como el Instituto Dermatológico, en Santo Domingo; el Centro de Promoción y Solidaridad Humana (CEPROSH), en Puerto Plata, y el Centro Micaeliano, de La Romana, también aportarán sus experiencias e instalaciones a este proyecto, acota la doctora María Isabel Tavárez, directora de la UCAI.

“Con este programa, se inicia el modelo de atención con antirretrovirales a personas con VIH/SIDA. Anteriormente, el sector público no tenía experiencia en el manejo de antirretrovirales, había falta de recursos, los medicamentos eran costosos y la infraestructura y el personal de salud especializado no estaban preparados”, agrega. “Sin embargo”, añade, “ ya hemos iniciado la atención a 72 pacientes”.

Los fármacos antirretrovirales serán distribuidos sólo a las personas seropositivas que cumplan con los criterios clínicos establecidos por las Normas Nacionales de Atención y la UCAI, relativas al conteo de linfocitos CD4 y a su estado general de salud, indica Tavárez.

Esos pacientes deberán asumir el compromiso de no abandonar sus tratamientos, los cuales les serán suplidos de por vida, acompañados de evaluaciones periódicas.

Tavárez afirma que la UCAI dará atención no sólo en los aspectos psicológico, clínico y farmacológico, sino que jugará un importante papel en la disminución del estigma y la discriminación contra la población infectada.

[b]ATENCIÓN INTEGRAL[/b]

Con el suministro gratuito de servicios integrales de salud, fármacos, análisis básicos y avanzados de laboratorio, así como con asesoría psicológica y seguimiento clínico, la UCAI procura garantizar la adherencia de los pacientes a sus tratamientos y contribuir a duplicar su esperanza de vida.

“Desde la evaluación sicológica hasta el seguimiento de las terapias, trabajaremos en todo el país para dar atención integral a las personas con VIH/SIDA”, asegura Bernardo Zimmermann, coordinador de Logística, Monitoreo y Evaluación de la dependencia.

La unidad contará con dos tipos de establecimientos de atención a los pacientes, los Centros de Día (CD), para tratamiento ambulatorio, y las Unidades de Atención Básica (UAB), en donde se darán servicios de consejería, seguimiento, laboratorios e internamiento o referimiento al hospital más cercano.

Cada UAB pondrá a disposición de sus pacientes un personal especializado compuesto por tres médicos, cuatro enfermeras, un psicólogo, un trabajador social, dos voluntarios de pares (VIH positivos), dos auxiliares, un farmacéutico y un chofer.

En la etapa inicial, explica Zimmermann, serán instaladas ocho UAB; 16 en una segunda y 18, en la tercera fase. Entre los centros de salud que dispondrán de CD ó UAB en Santo Domingo, se encuentran los hospitales Central de las Fuerzas Armadas y Luis Eduardo Aybar; así como el Centro Sanitario.

Los hospitales Arturo Grullón y José María Cabral y Báez, de Santiago; Jaime Mota, de Barahona; Ricardo Limardo, de Puerto Plata; y San Vicente de Paúl, de San Francisco de Macorís, forman parte del listado inicial –sujeto a variaciones- en el cual son contemplados, igualmente, centros de salud en Valverde, Barahona, Bahoruco, Dajabón, Higüey, Montecristi, San Juan de la Maguana, San Cristóbal y Sánchez Ramírez, entre otras provincias.

Para dar seguimiento a los pacientes y permitir que puedan ser atendidos en cualquiera de los centros de la UCAI en todo el país, se ha hecho uso de un avanzado sistema computarizado de identificación única para cada historia clínica, el cual posee la capacidad de conectarse mediante videoconferencia con cualquier lugar del mundo.

El ingeniero Francis Omar Hernández, encargado de los Sistemas de Información de la UCAI, explica que la información es transmitida via Internet, utilizando la misma plataforma tecnológica de Salud Pública, lo que coloca al país a la vanguardia en materia de infraestructura computacional aplicada al modelo de atención con antirretrovirales.

Además, agrega, ha sido creada una logística electrónica para el control de los medicamentos, a fin de evitar el uso indebido de éstos.

[b]EDUCAR PARA SERVIR[/b]

Durante demasiado tiempo, el miedo a la epidemia ha permeado la actitud de muchos profesionales de la salud. Las redes locales de personas que viven con el VIH han denunciado en diversas ocasiones la negación de atención médica por esta causa, a la que tradicionalmente se ha unido la no menos preocupante realidad del alza indiscriminada de los medicamentos.

“Cuando vamos a los centros asistenciales por problemas a los que no podemos darles largas, como las apariciones de herpes, parásitos, tuberculosis, pulmonía o gripes fuertes, nos encontramos siempre con la misma situación: los médicos nos dan una o varias recetas carísimas, las cuales no podemos comprar”, testimonia una madre VIH positiva.

Otra ama de casa narra la espantosa experiencia a la que se enfrenta cada vez que acude a una sala de emergencias: “Me asalta el temor de que si no soy atendida rápidamente, voy a morir. Las recetas son siempre muy caras, no están al alcance de los bolsillos del pobre, porque los medicamentos que utilizamos son sumamente costosos. El más barato, para un paciente con VIH, cuesta RD$2,500 mensuales, lo cual es bastante elevado para alguien que a veces no tiene ni para comer”.

Uno de los mayores temores de los padres y madres que viven con el VIH/SIDA es morir tempranamente por falta de atención y medicamentos, multiplicando el número de huérfanos/as y menores vulnerables a causa de la epidemia, estimado en 15,000, aunque alrededor de 58,000 se encuentran en riesgo de quedar sin progenitores.

La del VIH/SIDA es una problemática compleja cuyo abordaje exige un entrenamiento y una sensibilización del más alto nivel. Así lo ha asumido la UCAI –acota Denise Candelario, coordinadora del Área Laboral- no sólo en la aplicación de rigurosos estándares de calidad en la selección de su personal, sino también en la ejecución de programas educativos contra la discriminación y en pro de la excelencia que demanda el servicio integral de salud en beneficio de la población VIH positiva.

Además de la atención profiláctica, del tratamiento de las enfermedades oportunistas y del suministro de fármacos antirretrovirales, en los centros de la UCAI se llevará a cabo la evaluación y el monitoreo de los pacientes, explica la licenciada Cynthia Periche, coordinadora de Consejería.

Los pacientes tendrán acceso –agrega- a pruebas especiales de conteo de linfocitos CD4, conteo de carga viral del VIH, hemogramas, pruebas hepáticas, monitoreo de las funciones renales, ELISA, pruebas rápidas de detección de anticuerpos del VIH, pruebas confirmatorias, análisis de detección de infecciones oportunistas y tratamientos específicos.

“A largo plazo, la UCAI contempla hasta el suministro de alimentos a los pacientes. Otra de las metas del programa es establecer la red nacional de servicios de consejería, capacitando al personal de salud a nivel nacional en consejería pre y post prueba para garantizar la adherencia al tratamiento y contribuir al cambio de comportamientos y de estilos de vida”, expone Periche.

[b]EPIDEMIA GENERALIZADA [/b]

El primer caso de infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) fue reportado en el país en 1983. Veinte años más tarde, explica la doctora Martha Butler de Lister, directora del Proyecto Conecta, la seroprevalencia del VIH alcanza al uno por ciento de la población adulta, siendo ya “no un problema de conocimiento acerca de las formas de transmisión, sino de cambio de comportamientos”.

La Encuesta Demográfica y de Salud (ENDESA) 2002, contabiliza ese uno por ciento en 46,500 dominicanos/as infectados/as, el 64 por ciento hombres y, el 36 por ciento restante, mujeres. En los primeros, el grupo con mayor prevalencia de infección se sitúa entre los 30 a 34 años; y, en las segundas, entre los 45 y 49 años.

Otras fuentes, sin embargo, ubican el número de criollos/as viviendo con el VIH/SIDA entre 130,000 y 160,000.

ENDESA 2002 señala que, en el 83 por ciento de los casos, la vía de transmisión es heterosexual (hombre-mujer), al tiempo que muestra una rápida y preocupante tendencia hacia la feminización de la infección, sobre todo en las edades comprendidas entre los 15 y 34 años.

Como pudo comprobar ese equipo de investigación, existe una relación fatal entre la transmisión del VIH y la pobreza. En los bateyes, por ejemplo, en vez del uno por ciento de seroprevalencia detectada en la población general, el cinco por ciento de las personas son VIH positivas.

Allí, la cantidad de mujeres infectadas (5.2) es mayor que la de los hombres (4.7), y el ocho por ciento de las mujeres de entre 20 y 24 años porta el VIH, en comparación con sólo el tres por ciento de los hombres.

Con 13,723 casos de SIDA reportados oficialmente, se considera que el problema ha alcanzado en República Dominicana la magnitud de “epidemia generalizada”.

Y, aunque el 82 por ciento de las familias entrevistadas para la ENDESA 2002 aseguraron estar dispuestas a cuidar de un pariente con SIDA en el hogar, existe todavía mucha discriminación, rechazo y secretismo en torno al tema en la mayoría de los núcleos sociales.

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