La UCE y el progreso del país

La UCE y el progreso del país

Hablar del progreso alcanzado por el país en las últimas cuatro décadas obliga a cuantificar y cualificar los aportes que a esos fines ha hecho  la Universidad Central del Este (UCE) durante sus cuarenta años de existencia. La apertura de oportunidades de preparación  para los jóvenes de la región este, conjugada con un esfuerzo constante por la excelencia académica, resumen esos aportes que tuvieron como punto de partida la visión futurista de su fallecido  fundador, el  doctor  José Hazim Azar.

 En 40 años, la UCE ha entregado al país más de 45,000 profesionales en las 25 carreras que ofrece y que están soportadas con 21 programas de postgrado y maestrías. De sus aulas ha egresado el 18% de los jueces que tiene el país y un 52% de los médicos con licencia para ejercer en Puerto Rico. Su oferta curricular con énfasis en las facilidades está justificada en sólidos programas de becas y créditos educativos.

Por su apego a los más altos estándares de calidad académica, la UCE ha superado todas las evaluaciones a que ha sido sometida la enseñanza superior en el país.  Este factor cualitativo le ha hecho merecedora de reconocimientos importantes, nacionales e internacionales. Transmitimos, a través de su rector, doctor José Hazim Frappier, nuestro reconocimiento y congratulación a los que hacen posible este logro.

 

Presos que andan sueltos

Algo marcha mal en las instancias encargadas de hacer cumplir sentencias definitivas y medidas de coerción. Y no es de ahora. Para refrescar memorias, el 11 de diciembre de 2001 fue asesinado el senador Darío Gómez, a manos de gente que se suponía debió estar cumpliendo prisión. Ha pasado otras veces que convictos supuestamente encerrados “aparecen” por ahí añadiendo fechorías a sus prontuarios delictivos.

 La situación se repite con Sergio Humberto Reynoso Mota (Vantroi)  y Joel Bautista Vásquez (Pilito), acusados de manera directa  de haber asesinado 36 personas y herido a otras 15, y que debían estar cumpliendo medidas de coerción,  pero que andaban tan sueltos que fueron deportados de México. ¿Cómo salen tan fácil de la cárcel personas acusadas de crímenes tan graves? Desde el asesinato del senador Gómez hasta la fecha son muchos los casos de “presos que andan sueltos”. ¿Quién debe pagar  por estas irresponsabilidades?

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