Bruselas, (EFE).- Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) han acordado hoy suspender los programas de cooperación que el bloque mantenía en Siria y pedir al Banco Europeo de Inversiones (BEI) que haga lo propio con sus operaciones.

La medida se incluye en una serie de acciones destinadas a aumentar la presión sobre el régimen de Bachar al Asad para que detenga la represión violenta de las protestas en el país y acepte negociar con la oposición.

Además de sanciones contra el propio presidente, los Veintisiete han decidido hoy congelar parte de sus importantes ayudas a Siria bajo los programas de Política de Vecindad y de apoyo a las reformas en la región mediterránea. Simultáneamente, han pedido al BEI que suspenda nuevas operaciones de financiación en Siria.

A día de hoy, la entidad cuenta con una cartera de inversiones de 1.300 millones de euros en el país, una de las más importantes en toda la región. Los estados miembros se han comprometido además a revisar su cooperación bilateral con Siria en línea con lo acordado hoy en Bruselas para la parte comunitaria.

En el documento aprobado por los ministros de Exteriores, la UE ha vuelto a condenar la represión en Siria y ha urgido a sus autoridades a «responder a las legítimas demandas» del pueblo con un diálogo nacional y reformas políticas.

Los Veintisiete también decidieron sancionar al presidente Asad, prohibiéndole viajar a Europa y congelando sus activos en territorio comunitario, como ya había hecho antes con otros 13 altos cargos del régimen. Junto a Asad se añadirían a la lista otras nueve personas consideradas responsables de la reacción gubernamental contra los manifestantes, según fuentes diplomáticas. EFE