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Yakarta, (EFE).- El comité de expertos de la Unesco aceptó hoy en su reunión en Bali ocho nuevas prácticas en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que necesita salvaguarda urgente, entre estas rituales de Brasil, Indonesia, Mongolia o Irán.
El rito brasileño Yaokma, cuyo cometido es mantener el orden social y cósmico del pueblo Enawene Nawe (en el noreste del estado de Mato Grosso), las tradiciones orales de la minoría étnica Hezhen del noreste de China y la danza Saman de la provincia indonesia de Aceh, han sido distinguidas como prácticas de la humanidad que precisan protección para evitar que desaparezcan.
También han recibido el mismo estatus las narraciones dramáticas Naqqali y las técnicas de construcción de barcos y navegación de los navíos Lenj, ambas procedentes de Irán.
Los especialistas han agregado a la lista los cantos Xoan, de la provincia vietnamita de Phú Tho; el poemario épico morisco T’heydinn, de Mauritania, y las interpretaciones de canciones folk con la flauta «Limbe», de Mongolia, todas ellas consideradas tradiciones que podrían perderse en las próximas décadas. En la reunión, que se celebrará hasta el próximo día 29, el comité evaluará también las 49 propuestas para inscribir en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Entre las candidaturas a este listado figura la música mariachi mexicana, el fado portugués, el saber de los chamanes jaguares de Yurupari en Colombia, la peregrinación al santuario del Señor de Qoyllurit’i de Perú, la festividad española ‘La Mare de Deu de la Salut’ de Algemesí y la fiesta de patios de Córdoba (España).
En la actualidad, la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial que necesita protección urgente incluye 24 elementos de 13 países diferentes, mientras que la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial contiene 213 elementos de 68 países. Un total de 137 países han ratificado la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, un requisito indispensable de cara a recibir ayuda económica y asesoramiento de la Unesco. EFE
