Hoy 
Rafael Cañas Bruselas, (EFE).- La Unión Europea espera relanzar la cooperación con el Gobierno de Barack Obama durante la cumbre bilateral del sábado en Lisboa, tras un período en que la Casa Blanca ha estado más pendiente de cuestiones internas o de Asia.
La cumbre será la primera de Obama y el presidente el Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, después de que la Casa Blanca declinara celebrar una cita similar en Madrid en mayo durante la presidencia española de la UE.
La reunión de la capital portuguesa, de apenas dos horas, entre Obama, Van Rompuy y el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, se celebrará aprovechando la presencia de los dirigentes en Lisboa por la cumbre de la OTAN. El seguimiento de los resultados de la reciente cumbre del G20 en Seúl, sobre todo en la cooperación internacional para favorecer el crecimiento económico, dominará la parte principal de las conversaciones, según avanzan fuentes europeas.
En los últimos meses, los dirigentes comunitarios y estadounidenses han chocado sobre su idea de cómo recuperar la senda del crecimiento económico- a Washington y Bruselas intentaron sin éxito que la cumbre del G20 de Seúl acordara medidas concretas contra los desequilibrios por cuenta corriente o un lenguaje firme contra la política monetaria de China, que ambas partes consideran que mantiene artificialmente el yuan por debajo de su valor real.
Aún así, la UE prefiere considerar que el vaso está medio lleno, según recordó hoy la portavoz jefe de la Comisión Europea, Pia Ahrenkilde.
Además, y mientras ambas partes se consideran víctimas de la débil cotización de la divisa china, los europeos temen que la última gran medida anunciada por la Reserva Federal de EEUU (la inyección de 600.000 millones de dólares en la economía) deprecie también al dólar y deje al euro en posiciones aún menos competitivas a nivel internacional.
En todo caso, a los europeos les gustaría recuperar un papel predominante como socios exteriores privilegiados de la Casa Blanca.
Y es que tras las enormes expectativas que generó la llegada al poder de Obama y su voluntad de lanzar una política más cooperativa que su antecesor, George W. Bush, la UE vio cómo la complicada situación económica y política interna forzó al presidente estadounidense a reducir la proyección de su política exterior y a concentrarla en otros puntos más críticos, sobre todo en Asia.
Esta cita llega pocas semanas después del serio revés que el Partido Demócrata de Obama recibió en las elecciones legislativas del pasado día 2, en las que perdió la mayoría en la Cámara de Representantes y vio estrecharse la que aún mantiene en el Senado. Aún así, el embajador estadounidense ante la UE, William Kennard, ya avanzó la semana pasada que el resultado de las elecciones no supondrá un cambio de la política de Washington hacia Europa.
Europeos y estadounidenses quieren discutir cómo potenciar aún más el comercio y la inversión entre ambas zonas, que ya mantienen la relación comercial más importante del mundo.
Otra cuestión clave será preparar la cumbre sobre el cambio climático que comienza en Cancún (México) a finales de este mes, después de que la UE quedara muy frustrada por el papel de Obama en la reunión similar de Copenhague del año pasado.
Obama y los líderes europeos debatirán también cuestiones de seguridad y política internacional, como Afganistán, Pakistán, el terrorismo, el proceso de paz en Oriente Medio o la cooperación contra la proliferación de armas de destrucción masiva. EFE
