La Unión Europea condiciona agenda comercial con el Caribe

La Unión Europea condiciona agenda comercial con el Caribe

POR CLAUDIO CABRERA
La Unión Europea ve con muy buenos ojos el fenómeno de la integración de los mercados, pues propicia y alienta que dichos esquemas se encaminen a feliz término como un factor propiciador del libre comercio entre los países.

A pesar de tan buenos deseos, la Unión Europea ha querido sesgar las discusiones en torno a un programa de asociación comercial con el Caribe hacia unos fines que no son los que necesariamente promueven el desarrollo de los países caribeños pobres.

“La Unión Europea ve la integración de nuestras economías como algo bueno -observa el economista Iván Ogando, de la Maquinaria de Negociación Regional del Caribe-, pero tampoco podemos permitir que la Unión Europea condicione el proceso de integración regional”.

De acuerdo al ejecutivo del organismo que aglutina a los países caribeños en el Cariforo, ya la región tiene un proceso de integración que ha ido definiendo por sí sólo. Como ejemplo sostiene que el Caricom tiene el mercado y la economía común que se llama el “Common Market and Economy”, que agrupa al Caricom.

La República Dominicana no pertenece a este esquema. “Entonces no debe forzarse a un matrimonio en que la República Dominicana entre y que para el final del 2007 estemos todos integrados en una economía única”. Hay que entender que entre los propios países del Caricom tienen profundas diferencias, así que la entrada de la República Dominicana es otro elemento distorsionante.

Por eso se toma en cuenta que en el Caribe hay diferentes niveles de integración, como son los países de la OECO que tienen hasta una unión monetaria, los del Caricom con mercados y economía única y República Dominicana con el Caricom, cuya unidad con un tratado de libre comercio se firmó en 1998, pero que no se ha puesto en marcha formalmente y también hay elementos de integración que aún faltan como Bahamas y Haití.

¿Simple acceso o desarrollo?

El mejor acceso a los mercados de los países desarrollados, incluída una amplia liberalización comercial para beneficiar a las economías de las naciones pobres no les garantizan que podrán aprovechar los acuerdos de asociación comercial, ya que se necesitan las herramientas de orden técnico y una amplia cooperación financiera para desarrollar la capacidad de aprovechar los nuevos esquemas comerciales.

Tales esquemas de cooperación para el desarrollo son los que deberán aprovechar los países en desarrollo como la República Dominicana a fin de promover su crecimiento y poner en vigor las reformas estructurales aún pendientes.

Tal es la plataforma escogida por los integrantes de la Maquinaria de Negociación Regional del Caribe, que desde la semana pasada discute aquí, cara a cara con representantes de la Unión Europea, un acuerdo de asociación comercial entre países del Cariforo y naciones del viejo continente los diversos mecanismos para ponerse de acuerdo sobre una materia crucial para el comercio entre estas dos regiones.

Un elemento que hasta el momento ha obstaculizado los avances sobre dichas negociaciones entre los dos frentes comerciales reside en el hecho de que por ambos lados la cuestión del desarrollo tiene aristas diferentes.

Para los países del Caribe que en su mayoría son productores agrícolas y de servicios como el turismo, resulta indispensable una mayor contribución al desarrollo de sus economías, pero los europeos no lo ven así, en vista de que consideran que lo que ya se le otorgó a los países de los anteriores esquemas de Lomé VI y del Acuerdo de Cotonou ha sido suficiente como para echar sus economías a andar.

El economista Iván Ogando, Coordinador de los países acogidos a este Sistema de Asociación Económica (en inglés “EPA”), entre los que están casi todos los de la región caribeña, cree al respecto que sin una ayuda al financiamiento para el desarrollo y la debida asistencia técnica, no serán suficientes los esfuerzos para lograr un mejor acceso de los países pobres dentro de los esquemas de apertura que se discuten.

Considera que los países del Caribe precisan de ese gran empuje para hacer las reformas institucionales necesarias y la inversión en la economía con miras a que los países sean más competitivos.

Lo extra e intrarregional

De acuerdo con el economista y ejecutivo adscrito a la Maquinaria de Negociación Regional del Caribe, las conversaciones de la Quinta Ronda Unión Europea-Cariforo se han efectuado a dos niveles, mediante una previa negociación intrarregional para los países caribeños miembros del Cariforo, incluyendo a República Dominicana y naciones del Caricom, para ponerse de acuerdo entre todos, a lo que siguieron negociaciones extrarregionales con representantes de la Unión Europea.

Eso es lo que ha permitido a las naciones caribeñas definir estrategias comunes y un consenso en las posiciones de los países a fin de dar coherencia a sus planteamientos ante la Unión Europea.

Se trata de un proceso de negociación muy intenso, bastante largo y de muchas consultas, que resulta muy caro para los países pobres del Caribe, ya que los especialistas y funcionarios tienen que desplazarse en el transcurso de dichas discusiones.

El calendario de negociaciones con la Unión Europea para el 2006 ha implicado seis rondas, la primera de las cuales se efectuó en febrero en Bruselas, luego en Barbados al mes de marzo, después en Bruselas de nuevo en mayo. Posteriormente se reunieron en Kingston, Jamaica, en el mes de julio y ahora en el país. El último encuentro sería en noviembre en Bruselas, que culminaría con una reunión de ministros al más alto nivel de consultas.

Estas reuniones son de consultas técnicas, pero las decisiones de orden político se adoptarán a nivel de ministros, así como la reunión de los negociadores principales prevista para la próxima semana, contando cada región con un negociador principal que canaliza todos los elementos técnicos y políticos que se discuten a través de las cuatro diferentes mesas de negociaciones, que son la de acceso al mercado, servicios de inversión, asuntos relativos al comercio y la última sobre cuestiones legales e institucionales.

Las cuatro mesas deben tener consenso y son efectuadas en un ambiente de transparencia, por lo que participan representantes del sector privado debidamente seleccionados.

La agricultura y los servicios

Lo que actualmente discute el Cariforo con la Unión Europea es básicamente un mejor acceso de los productos de estos países al mercado europeo.

El problema es que a través del anterior esquema de Lomé y Cotonou había tan sólo un esquema preferencial, el cual ahora cambia y es bilateral, por lo que los países caribeños tienen ahora que hacer concesiones a los europeos. Antes, el 95% de las exportaciones de los países ACP entraban al mercado europeo con preferencias arancelarias unilaterales, habían fuertes barreras no arancelarias, como reglas de origen, medidas fitosanitarias, medidas de salvaguarda y otras, las cuales se busca ahora no sigan prevaleciendo para un mejor acceso con reglas de origen mejor definidas y más flexibles.

El economista Ogando resalta que para ello se precisa que los países europeos faciliten la asistencia técnica y el adecuado financiamiento para fortalecer la producción de desarrollo y logre los estándares aceptables.

Varios documentos de apoyo presentados por la delegación dominicana explican que para los países de la región del Caribe aún el sector agrícola sigue siendo muy sensitivo, por lo que se procura un mejor acceso para estos bienes.

Pero dentro de estas discusiones, según el experto negociador, hay que tomar en cuenta que las economías del área son también economías de servicios. En la mayoría de los países de la región, el sector servicios aporta entre un 50% y un 80% del Producto Bruto Interno (PBI).

“Un sector que es sumamente importante para nosotros, para garantizar tener un acceso preferencial y abierto al mercado europeo es el sector de servicios”. para que nuestros turoperadores puedan brincar las barreras, se establezcan allá como “Modo Cuatro”, sin tener que tener presencia física allá y que se les facilite ese tipo de comercialización, porque en los servicios la comercialización es muy importante.

En el tema de inversión estamos viendo no tan sólo reglas de inversión o preferencias para los europeos, sino también mantener un equilibrio entre los derechos y deberes, tanto de los inversionistas como del país receptor.

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