La vajilla se viste de gala

La vajilla se viste de gala

¿Quién hubiera imaginado que los cubiertos y las vajillas pudieran lucir espectaculares decoradas con piedras semipreciosas? En otros tiempos, estos utensilios solamente eran vistos por su utilidad, sin pensar que podían ser decorados elegantemente.

Generalmente quien invita a su casa desea impresionar a sus invitados con una buena y variada comida, pero si puede agradarlos también con una exquisita presentación de la vajilla y la cubertería todavía mucho mejor, especialmente si se trata de una ocasión especial.

Vivian Deschamps de Ortíz y sus hijas ofrecen esa interesante opción. Para ello utilizan hilo de plata, acero inoxidable y piedras semipreciosas, y en algunos casos plásticos, si el cliente así lo quiere.

[b]Una familia que hace magia con las manos[/b]

Vivian Deschamps de Ortíz, junto a un equipo conformado por sus cuatro hijas, se han dedicado a embellecer la vajilla y cubertería, convirtiéndolas en piezas exclusivas y de lujo.

Para engalanarlas utilizan piedras como el cuarzo y el swarovski, en todos los colores, incluyendo tonos fuertes y más clásicos para el que así lo prefiera, además de piedras de color ámbar. Decoran portaservilleteros, floreros, jarrones, botellas de licor, tazas, cubiertos y juegos de servir.

Pero también elaboran móviles con piedras, candelabros, lámparas, además de una línea de mantelería con pedrería, que incluye mantelitos para las bandejas con canutillos y mostacillos. La línea de cristalería tendrá por nombre D´beba, en honor a su madre.

Además de ofrecer las piezas ya decoradas, Vivian Deschamps ofrece servicio de decorado de piezas a cualquier persona que así lo solicite. Para comunicarse con ella, puede llamar al teléfono 412-8272.

[b]Un buen equipo[/b]

Vivian Deschamps de Ortíz es una mujer que habla de creatividad sin ni siquiera abrir la boca. Teje, pinta, borda, junto a sus hijas y una sobrina, las cuales han formado un gran equipo que sencillamente se ha puesto a trabajar.

La idea era hacer algo diferente y lo lograron. Primero comenzaron a decorar los cubiertos, después las copas, y luego las tazas, hieleras, candelabros y otras piezas.

Se trata de un grupo bien creativo, que siempre vive inventando. Para el verano pasado ofrecieron unos trajes de baños con pareos pintados a mano, camisetas y calipsos combinados, pero además han elaborado chancletas con pedrería, figuras, cinturones, aretes y collares con caracoles, cuadros étnicos con fondo de tela de saco y semillas y elementos naturales.

La idea surgió de la necesidad de crear un “souvenir” para la boda de su hija Carolina: un rosario en pedrería, y unas espátulas de queso para servir en la boda. Pero como una gran parte de los invitados quedaron encantados con esas espátulas decidió regalarlas como agradecimiento a todo el que colaboró, además de tenedores de mariscos y tacitas.

A su hija Paola le encanta hacer aretes, así que comenzó a elaborar una que otra creación, que luego trabajó en conjunto con su madre, su hermana Carolina y su prima Jerilee. De todas esas manualidades y artesanías, surgió la idea de hacer un bazar para las madres que le dió la posibilidad de expandirse y ver la tarea que realizaban como un futuro negocio.

Primero en un ladito de la casa, luego en la sala y el comedor, y más tarde debieron disponer de una habitación para poder trabajar más ampliamente.

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