Después de meses de buenas noticias, incluyendo la caída de casos de covid-19 y una campaña de vacunación de gran éxito, el tono en Reino Unido ha cambiado.
La relajación total de las restricciones que Inglaterra planea para junio está en peligro, y ronda la sombría posibilidad de que se avecine una mayor presión sobre el Sistema Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés).
El obstáculo para los planes de reapertura es la variante de coronavirus B.1.617.2, que se detectó por primera vez en India y se ha extendido por todo el mundo.
Las preocupaciones han ido en aumento durante la última semana y, por primera vez, los científicos que asesoran al gobierno de Reino Unido ahora creen que esta variante se propagará más fácilmente.
La expectativa es que la variante superará a la que surgió en Kent, conocida como la variante británica, y en algún punto «dominará» los casos en Reino Unido.
Estamos en una carrera entre el virus y la vacuna. La flexibilización de las restricciones programada para el lunes y una variante más transmisible significa que el virus se moverá aún más rápido.
Sin embargo, todavía existe una gran incertidumbre sobre exactamente qué tan rápido se está extendiendo la variante B.1.617.2.
«Esa es una pregunta clave para la que aún no tenemos la respuesta«, dijo el profesor Chris Whitty, consejero médico en jefe del gobierno británico.
Si es solo un poco más rápido que la variante de Kent, que todavía representa la abrumadora mayoría de los casos en Reino Unido, entonces no hay mucho de qué preocuparse.
Sin embargo, el Grupo de Asesoría Científica para Emergencias del gobierno (SAGE, por sus siglas en inglés) dice que existe una «posibilidad realista» de que se propague un 50% más rápido.
Eso es mucho.
Algunas estimaciones provenientes de India indican que podría ser hasta 60% más rápido, pero estos cálculos están basados en secuencias genéticas de muestras virales, y no está claro cuán representativas son del panorama general.
SAGE estima que los problemas realmente comenzarían con una variante que fuera un 40% más transmisible, ya que «conduciría a un resurgimiento sustancial de hospitalizaciones» y presionaría al NHS.
Incertidumbre
La incertidumbre recuerda a la del año pasado, cuando se detectó por primera vez la variante en Kent y surgieron dudas sobre el enfoque para controlar el virus.
Aun así, es importante recordar que no estamos en la misma situación que el año pasado.
Más de 19 millones personas, un tercio de la población adulta de Reino Unido, ha recibido ambas dosis de la vacuna.
Otros 17 millones han recibido la primera dosis. Las vacunas debilitan, si no eliminan, el vínculo entre la infección y la enfermedad grave.
Y los casos en general también son mucho más bajos. La Oficina de Estadísticas Nacionales estima que menos de 50.000 personas tienen actualmente el virus. La cifra era de 1,25 millones a principios de año.
Actualmente solo hay alrededor de 1.000 personas hospitalizadas por covid-19.
La preocupación es que, si bien las vacunas funcionan muy bien, no son perfectas y no todas las perosnas vulnerables se han vacunado.
Entonces, si hubiera otra ola de casos producto de la combinación de relajación de las medidas y una nueva variante, entonces un preocupante número de personas aún podría terminar en el hospital.
Hay que tener en cuenta que estas predicciones no son una bola de cristal.
Los modelos matemáticos anteriores habían predicho una ola en el verano, pero de repente se volvieron mucho más optimistas una vez que quedó claro que las personas vacunadas tenían menos probabilidades de propagar el virus.
‘Decisiones difíciles’
Los planes para reabrir están en marcha, pero la campaña de vacunación se está modificando para vacunar más rápidamente a los más vulnerables.
La apuesta es que si la variante va a significar un problema, habrá tiempo para detectar señales de advertencia, como un aumento en las admisiones hospitalarias, y luego actuar.
El primer ministro, Boris Johnson, dijo que si la variante india demuestra ser «significativamente más transmisible» que otras, entonces es probable que Reino Unido enfrente «algunas decisiones difíciles».
En todo caso, el problema que plantean las variantes más transmisibles es mucho mayor en países que no han tenido programas de vacunación exitosos, donde podrían causar muchísimo daño.