La venganza del pueblo

La venganza del pueblo

A los pocos días de la abrumadora derrota del PPH en las elecciones del domingo 16, decía uno de los más conspicuos ideólogos de la aberración reeleccionista, de que el pueblo se había vengado del gobierno, y por eso, había votado masivamente en momentos que ellos ilusamente creyeron que podían haber ganado en más de 20 provincias, como a cada rato pregonaba su cegado candidato presidencial, que no concebía que el pueblo lo iba a repudiar tan masivamente.

No hay dudas que la alta gerencia pepehachista jugó unas cartas acomodadas, a lo que ellos querían creer, y de que el pueblo, como manso corderito, les iba a apoyar sus barrabasadas económicas, que precipitaron al país casi a la quiebra y llevaron a la pobreza a millones de dominicanos, que apenas subsisten, frente al golpeo constante de la inflación y un alza indetenible de todo lo que se consume localmente, pero en particular la energía eléctrica.

Nadie en sus cabales, que veía como el pueblo aprobaba, y manifestaba su repudio, a la administración Mejía, podía creer que tales cosas eran falsas, y que no ocurrían en un pueblo resignado a esperar el 16 de mayo, para demostrarles que ya estaba bueno de abusos y latrocinios. No había dudas que el mal gobierno, fruto de funestas políticas económicas, llevadas a cabo con toda la mala fe del mundo, que solo favorecieron a los más encumbrados dirigentes del PPH que despilfarraron los recursos públicos con gastos corrientes que superaron el 80% de los ingresos mensuales, mientras importantes dependencias languidecían y se opacaban por que no recibían los recursos presupuestarios aprobados.

Quisieron abusar del pueblo, y apoyarse en su ingenuidad para ofrecerles villas y castillos, que fueron desde los motores hasta las tierras del CEA, más la compra de conciencias aportando grandes cantidades de dinero a quienes se creía que podían ayudarlos en sus propósitos de reelegirse, pero cayeron en la ignominia de un derrota anunciada durante muchos meses con cada publicación de las encuestas serias, que trataron de ser vilipendiadas, cuando las cifras eran contundentes y sólidas en contra de la reelección.

El PPH, armó su estrategia, en base que iban al poder apoyados en la popularidad inicial del Hipólito Mejía, para hacerse con el aprovechamiento de todos los recursos que se derivaban del disfrute del poder. No pudieron estructurar un plan que tuviera en cuenta a la ciudadanía, ya que se llevaron de economistas funestos, que solo pensaban en sus teorías de que esto era un laboratorio, al igual al que utilizó Hitler en contra del pueblo alemán, para llevarlo al holocausto de millones de judíos, y ahora, experimentando en los dominicanos, con preceptos económicos muy cuestionables, patrocinaron una política de endeudamiento mortal, dejaron deslizar la prima del dólar a cuenta de llevarlo a su valor real y volcarse hacia toda clase de empréstitos, muchos de los cuales no se sabe para que fueron, y hasta se retiraron del Congreso unos $500 millones de esos funestos empréstitos, mientras el país está en la insolvencia, sin poder honrar sus compromisos de la deuda externa y mucho menos los de los bonos soberanos, que con tanto entusiasmo el país fue empujado a los mismos.

Si los ideólogos del PPH insisten en creer que el pueblo los castigó, pero que pueden recuperarse están equivocados, y su empecinamiento, lo muestran cuando supuestamente han expulsado del PRD a los que se opusieron a la reelección sabiendo que ellos son los que tarde o temprano se verán irradiados, con el perjuicio de los sueños del presidente Mejía, de que quería convertirse en el líder del partido, pero con tan mala suerte, que su pésima gestión gubernamental, lo arrojará al zafacón de la historia como lo mostraban los spots publicitarios que durante la campaña, impactaron en el ánimo de la gente, al ver como un hombre a cada momento se contradecía. Incluso como ocurrió el pasado día 17, decía que iban a hacer una administración transparente de los recursos durante la transición, y a las pocas horas, anunciaba exoneraciones de vehículos para todos los síndicos y vice síndicos.

Los ideólogos pepehachistas, en vez de buscar hacia afuera las causas de su derrota apabullante en las elecciones, deben mirar hacia adentro, y auto criticarse, como hacían los comunistas, para que se den cuenta que sus acciones para comprar adhesiones, no sirvieron de nada, y que estaban muy equivocados al querer engañar al país y empujarlo hacia una reelección que fue rechazada por todo el país.

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