La venta del Banco de Reservas

La venta del Banco de Reservas

Carlos Slim dijo una gran verdad al afirmar que los países endeudados y con persistentes déficits fiscales tienen tres vías para solucionar sus problemas: reducir el gasto público y aumentar  ingresos, vender activos del Estado y aumentar edad de jubilación. Esta  la descartamos, ya que no representa una carga demasiado alta para el erario público  Pero las dos primeras son fundamentales.

Y hablando de vender activos públicos, creo que uno de ellos y quizás el más relevante, sea la venta del Banco de Reservas. Después que se aprobó la Ley Monetaria y Financiera a finales del 2002, se eliminó la práctica de financiar al gobierno a través del Banco Central con la emisión de inorgánicos.

Pero ahora esa función la retomó el Banco de Reservas, que se ha convertido en el financiador por excelencia del gobierno, donde sobresalen los cuestionables préstamos de miles de millones a contratistas de obras públicas y aquellos que cubren los déficits públicos mediante compra de títulos y préstamos directos a instituciones y empresas estatales. Actualmente más del 40% de los activos del Banco de Reservas están vinculados a operaciones con el Gobierno, sin considerar aquellos préstamos a ciertas empresas y personas con influencias políticas que jamás calificarían.

Quiero dejar claro que aun bajo la prudente administración de Manuel Lara durante los 4 años que dirigió el Banco en el gobierno de Hipólito Mejía, yo opinaba de la misma manera.  

Le dije  al Presidente: “Creo que debemos vender activos del Estado porque cuando somos socios, nos engañan, cuando la administramos directamente, hacemos desastres y en el caso del Banco de Reservas competimos injustamente con la banca.” 

Me respondió, “Puedes tener razón pero esta mano jamás firmará la privatización de ese banco”. Entendí de inmediato el mensaje y  que es un asunto políticamente sensible que generaría una fuerte oposición. Pero la realidad es que esa venta sería extremadamente saludable en momentos en que se debata el paquetazo fiscal para cubrir el tremendo déficit de este año, que podría alcanzar el 4% del PIB, sin contar los déficits acumulados en los últimos 4 años (11% del PIB ajustado anualmente). 

¿Estaría Danilo Medina dispuesto a poner el tema en la mesa de diálogo y analizar a fondo sus implicaciones? No estoy seguro. Pero esa privatización sería hacer lo que nunca se hizo y con un Congreso a su favor no habría problemas.     ¿Cuánto puede significar esa venta? Siendo el banco más grande del país y basado en los beneficios anuales reportados y otras referencias  estaríamos hablando de unos US$1,500 millones (2.6% del PIB), sin contar el efecto positivo en el sistema financiero y en el control del gasto público.   

Un ingreso de esa magnitud suavizaría  el monto necesario para cerrar la brecha fiscal, que unido a una amnistía, haría posible negociar una verdadera reforma  mejorando la calidad del gasto con  aumento moderado de  impuestos. Ahora bien, si esta propuesta es atrevida, que vendan otros activos t porque de alguna forma hay que buscar el equilibrio fiscal y suavizar el  paquetazo.  

Publicaciones Relacionadas

Más leídas