La verdad duele

La verdad duele

HAMLET HERMANN
La mayoría de los habitantes del planeta Tierra saben, o se imaginan, que casi la totalidad de las noticias que circulan por el mundo son redactadas, revisadas y traducidas en Estados Unidos. Asimismo, de acuerdo con los datos del analista de medios Ben Bagdikian, seis  grandes empresas controlan actualmente toda la industria de los medios de comunicación, vale decir, televisión, radio, periódicos, revistas, etc. en ese país.  De ahí que lo que no coincida con los intereses de los sectores conservadores estadounidenses, no va a disfrutar tanta difusión como el nacimiento del bebé de Brittney Spears.

Es conveniente saber lo anterior para entender por qué el discurso del Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en la 60ª sesión de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) no va a difundirse como corresponde a la importancia de sus planteamientos. La manipulación mediática de la aparición de Chávez ante la ONU ya es evidente. Las fotos y los textos difundidos a seguidas tratan de insinuar que el presidente venezolano violentó el protocolo porque, en vez de hablar por cinco minutos, se tomó siete. Pero con toda intención se oculta que el día anterior el Presidente norteamericano George W. Bush habló en el mismo escenario por veinte (20) minutos y ningún medio lo consideró violatorio del orden parlamentario.

¿Cuál es el pecado mortal de Chávez que lo hace merecedor de tanta manipulación? Sencillamente, que dijo la verdad y exigió transparencia a los demás. Grave error, precisamente ahora, cuando los poderosos tienen la mentira como su principal arma. No obstante, este es el momento adecuado para que la verdad tome la ofensiva. ¿Para quién es un secreto que ya no quedan rastros del mundo de 1945 cuando se creó la ONU? En aquel entonces Alemania, Japón e Italia eran “el enemigo”. Hoy, son los grandes aliados,. Pero la verdad duele y Chávez dijo muchas verdades. Por ejemplo, si el objetivo de la humanidad es la democracia ¿cómo puede ser posible que exista el veto en las decisiones del Consejo de Seguridad? El mensaje para mantener ese absurdo parece ser que a los miembros permanentes no les importa lo que opine la inmensa mayoría de los países del mundo. Si alguno de los poderosos no está de acuerdo puede hacer uso del veto y despreciar así las voluntades de miles de millones de habitantes del mundo.

Decía Chávez: “¿Cómo es posible que en el Consejo de Seguridad estén todavía como miembros permanentes los mismos cinco países de sesenta años atrás? Ese organismo de la ONU se parece a una anciana diva que, en base a pegotes de maquillaje, cree que puede hacer creer al mundo que es joven y atractiva todavía. Caricatura surrealista que ignora que el mundo tiene ojos para ver y oídos para oír cuando se  desconoce el Derecho internacional ¿Por qué se escandalizan cuando Chávez pide que se defina claramente lo que es el terrorismo? ¿Será porque lo que predomina en el mundo es el terrorismo de Estado practicado por los países más ricos?

¿Desde cuándo es noticia la denuncia de Chávez de que Estados Unidos viola los acuerdos de la ONU al restringir el acceso a la ciudad de New York a los funcionarios extranjeros que no son de su agrado? Eso ha ocurrido durante los 60 años de existencia de esa entidad. Así que nadie debía sorprenderse de que, otra vez, algún Jefe de Estado pida el cambio de sede para el organismo mundial.

Duele a los poderosos que Chávez les recuerde que en 1974, treinta y un años atrás, la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó la declaración y el programa de acción para la implantación de un Nuevo Orden Económico Internacional. Nunca se intentó cumplir con esta meta, sino que Estados Unidos y sus satélites hicieron todo lo contrario tratando de imponer el neoliberalismo como modelo económico. Esos mejor que nadie saben que esas políticas de mercado son la causa fundamental de los grandes males que vive la mayoría de los ciudadanos del mundo. Esa modalidad del capitalismo es lo que ha generado un mayor grado de miseria, de desigualdad, así como una tragedia infinita y permanente. Por eso decía el presidente Chávez: “Es suicida insistir en diseminarlo e imponerlo (el neoliberalismo) como remedio infalible para los males de los cuales es, precisamente, el principal causante”. Y todas esas verdades le duelen mucho a Bush, a Blair y a todos los vasallos de la corte imperial quienes tratarán de impedir por todos los medios disponibles que el discurso de Chávez se difunda como merece. Porque la verdad duele.

Publicaciones Relacionadas