La verdad es mala de ver

La verdad es mala de ver

El Papa Francisco, de quien algunos temen que sea asesinado, dijo otra verdad que todos sabemos pero nos interesa ocultar: la Navidad no está en la cosmetización acelerada del hecho.

Independientemente de la visión poética que se nos ha presentado, la vida es otra y tiene una lectura diferente: la Navidad es una fecha, un tiempo que nos han presentado idílicamente para adormecernos y mantenernos engañados.

Es un tiempo en que los poderes fácticos se solazan haciéndonos creer que la vida es rosa, tan suave y de hermosos colores como los pétalos de una flor de invernadero, de una orquídea, en Navidad no se cosechan sólo sentimientos honrados, sinceros, que permitan pensar que en algún momento el odio, el rencor, la envidia, el crimen, la corrupción y que han desaparecido otros de los males que quedaron ocultos en la caja de Pandora.

El tiempo de Navidad y Año Nuevo es manipulado por aquellos que se dan golpes en el pecho confesando sus graves pecados al decir que es una época propicia para la reflexión, la moderación, los buenos deseos, el perdón, propio para pensamientos de paz, practicar el respeto a los demás, todo ese decir de la boca hacia afuera, es otro conjunto de expresiones malsanas, falsas, con las que engañosamente se nos pinta la realidad con colores alegres, llamativos, con un fondo de dulces cantos de sirenas. Lo que pasa es que, como dice la frase, la verdad es mala de ver. ¿Cambia la vida en el tiempo de la Navidad y Año Nuevo?

La lectura de los diarios, los noticiarios de televisión, los mensajes de tuiter, las informaciones que se reciben por Internet, dicen que la vida no cambia en Navidad ni en Año Nuevo, lo que vemos son manifestaciones normales de la conducta humana. En Navidad y Año Nuevo se cuentan los muertos por: homicidios, asesinatos, tiroteos, acuchillados, diferencias minúsculas centuplicadas al calor del consumo de alcohol, otros ahogados por el consumo excesivo y desmedido de bebidas espirituosas, algunos víctimas de la gula, atracones de comidas, accidentes de vehículos. ¿Acaso usted ve, o escucha, algún mensaje de moderación con tanta frecuencia como los medios colocan los que llaman a los excesos?

Los Reyes Magos han sido sustituidos por un Niño Jesús que, recién nacido, no podía dejarse regalos, o por un extraño y simpático personaje que se mete por las chimeneas de las casas en países donde no existen.

El Papa dijo que el espíritu de la Navidad implica solidaridad, bondad, respeto a los demás, no robar, no matar, “darle luz y consuelo al que gime y al que yace en el suelo levanta”, como dijo José Francisco Peña Gómez.

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