La verdadera cara de la guerra: un análisis al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania

La verdadera cara de la guerra: un análisis al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania

Naram Jiménez Logroño

Por Naram Jiménez Logroño

El 2022 a pesar de haber sido un año que estuvo arropado de la crisis humanitaria y económica producto de la pandemia COVID-19, el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania continúa siendo el tema más destacado a la fecha y con más relevancia para la comunidad internacional. A propósito de que hace 1 año que el presidente ruso Vladimir Putin tomara la decisión de invadir a su país vecino, es necesario realizar un relato de los inicios históricos, organización geopolítica, situación actual, y por último, señalar las consecuencias que ha ocasionado este conflicto.

En virtud del origen de las organizaciones internacionales, al momento de que entró en vigencia el Tratado de Versalles, el cual fue firmado en esa misma ciudad de Francia en el mes de enero del año 1920 y que puso fin a la Primera Guerra Mundial (1914-1918), posteriormente se creó La Liga de las Naciones, que buscaba promover la cooperación internacional, lograr la paz y seguridad internacional, siendo esta la primera organización internacional creada para esos fines. Desafortunadamente, quedó disuelta en el mes de abril del año 1946 y todos los activos de esa organización fueron transferidos a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la cual fue creada mediante la Carta de San Francisco en el mes de junio del año 1945, luego de que terminó la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Más de 75 años después la ONU continúa trabajando por los mismos ideales, mantener la paz y la seguridad internacional, brindando asistencia humanitaria a quienes la necesitan, proteger los derechos humanos, defender el derecho internacional y cuenta actualmente con 193 Estados miembros.

La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) es el conflicto bélico que ha dado los lineamientos de cómo se rige actualmente el mundo geopolíticamente, puesto que, con algunas excepciones, los países que encabezaron al grupo de los aliados, actualmente siguen siendo las grandes potencias que han liderado los conflictos en años posteriores, usualmente ligados a las confrontaciones relacionadas a los sistemas capitalistas y comunistas.

De estos conflictos podemos señalar brevemente los siguientes: la Guerra Fría (1947-1991), la Guerra de Corea (1950-1953), la Guerra de Vietnam (1955-1975), la Guerra del Sinaí (Canal de Suez 1956) y la Guerra Civil Camboyana (1967-1975).

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Luego de que estos eventos históricos llegaron a su término, el presente año no ha sido la excepción con los diversos conflictos que continúan ocurriendo alrededor del mundo, por lo que es necesario señalar la guerra entre Rusia y Ucrania. En este conflicto bélico existen dos caras de la moneda, Rusia anteriormente la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS 1922-1991), la cual se encuentra liderada por Vladimir Putin desde finales del año 1999, político, abogado y exmiembro de la KGB (anteriormente el Servicio de Inteligencia Soviético) el cual ha considerado a Ucrania como un territorio histórico de Rusia, al punto de señalar que el fin de la invasión es proteger de Occidente a las personas que se encuentran en esas tierras, y por tal razón, debe asegurar la seguridad de su país (Ucrania es un Estado libre e independiente desde el año 1991). Esto ha sido percibido por la comunidad internacional con poca credibilidad, debido a los acontecimientos del año 2014 sobre la anexión de la Península de Crimea, la cual le costó a Rusia la expulsión del grupo de los ocho (G8) en ese mismo año.

Actualmente Rusia solo cuenta públicamente con el respaldo de cuatro países: Corea del Norte, Bielorrusia, Siria y Eritrea. El Occidente ha intentado aislar a Rusia a través de distintas sanciones, esta alternativa no ha funcionado del todo bien, según señala la cadena de noticias BBC News, debido a que Rusia suministra el 40% del gas natural de la Unión Europea (UE) y el 27% de su petróleo importado, y los países miembros se han visto en la obligación de implementar la estrategia denominada REPowerEU, a los fines de reducir las importaciones de gas ruso y el aumento de las tarifas eléctricas, lo que se ha reflejado en la disminución de su crecimiento y ha elevado la inflación.

La otra cara de la moneda es Ucrania, liderada por su presidente Volodymyr Zelensky desde el año 2019, actor y comediante, relacionado al primer juicio político del expresidente de los Estados Unidos de América (EUA) Donald J. Trump, ya que el Congreso de los EUA señalaba que Trump presionó al recientemente electo presidente Zelensky, para que lanzara una investigación a su rival político de aquel entonces, el exvicepresidente Joe Biden, a cambio de autorizar que fuera entregada una ayuda militar aproximadamente de unos US$400 millones para Ucrania.

La estructura más poderosa y crucial relacionada a este conflicto es La Organización Tratado Atlántico Norte (OTAN), una alianza política y militar la cual se rige por el Tratado Atlántico Norte, suscrito en la ciudad de Washington en el mes de abril del año 1949, esta organización cuenta actualmente con 30 países miembros liderados por los EUA, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia. El tratado que da nombre a la alianza contiene 14 artículos, siendo uno de los puntos más importantes su artículo 5, el cual establece que un ataque contra un Estado miembro es un ataque contra todos los demás Estados. Este artículo puso a Europa Occidental bajo la protección de los EUA en el siglo XX, frente a una URSS que estaba consolidando su dominio sobre Europa Central y Oriental y que entonces solo parecía crecer en poder y ambición. Posteriormente tras la anexión de la Península de Crimea, para Ucrania se volvió una prioridad unirse a la OTAN, y debido al temor de una posible alianza, esta fue una de las principales razones por la cual Rusia tomó la decisión de invadir Ucrania.

Otros países de Europa como Finlandia y Suecia, impacientes por unirse a la OTAN por esa misma razón, sus líderes políticos han declarado que la invasión les hizo modificar su histórica postura de neutralidad. Específicamente Finlandia, la cual tiene una de las fronteras más largas de Europa con Rusia, ha tratado en reiteradas ocasiones de acelerar el intento de unión a la OTAN, aumentando sus expectativas de que dicha solicitud sea aprobada en el presente año. Sanna Marin, la primera ministra de Finlandia, ha enfatizado sobre las razones que tiene su país para unirse, señalando que: “La línea de la OTAN es la única línea que Rusia no cruzaría».

A medida que la guerra ha continuado su curso, Rusia ha tomado el control de varias ciudades, como la antigua zona nuclear de Chernóbil, un escenario bien conocido en el año 1986 (considerado el peor accidente nuclear de la historia) generando una gran preocupación debido al riesgo de que se produjera una nueva catástrofe sobre esa planta de energía nuclear. La zona de Zaporiyia también fue ocupada por los rusos y ha sido un foco de tensión, puesto que ha sido blanco de ataques y bombardeos. Una de las metas de Rusia era tomar el control de Mariúpol, una ciudad portuaria bastante importante debido a la construcción de maquinarias que se desarrollan en esa zona, la cual es considerada como un punto clave para conectar Crimea con la región del Dombás, conformada por las provincias de Donetsk y Lugansk. Actualmente el puerto de Mariúpol continúa con sus operaciones bajo el control de Rusia. Cuatro regiones fueron invadidas y celebraron referendos para unirse oficialmente a Rusia en septiembre del año pasado, en donde soldados rusos iban puerta por puerta a los fines de buscar los votos a la fuerza. Posteriormente Ucrania anunció resultados exitosos de una contraofensiva lanzada en el este del país, en la cual el presidente Zelensky señaló que las tropas del ejército liberaron más de 1,000 kilómetros de territorio.

La verdadera cara de la guerra ha sido un total desastre, en términos migratorios, millones de ucranianos se han visto en la obligación de abandonar su país sin previo aviso, principalmente a países de Europa como Polonia y Alemania, sumándole a esto el impacto negativo que ha tenido la guerra en la economía a nivel global. Los daños colaterales ocasionados han sido devastadores, el portal de estadísticas Statista, posicionado como uno de los proveedores líderes de datos de mercado e información en el mundo, ha señalado que han muerto aproximadamente 8 mil personas, incluyendo cientos de niños y otras 13 mil personas han sido heridas como resultado de los enfrentamientos de la guerra. 

Las guerras entre las principales potencias de Europa y las invasiones parecían pertenecer al pasado. La invasión de Rusia cambió todo esto, reviviendo los temores de un continente que ha atravesado grandes luchas de poder, guerras mundiales y conflictos nucleares. Las imágenes de los ataques de Rusia contra civiles, de edificios y hospitales bombardeados, miles de cadáveres, han convertido esta guerra en un horror histórico.

Según señala el famoso periódico estadounidense The New York Times, Ucrania cuenta con una abrumadora coalición global formada por Occidente de 141 países, los cuales han apoyado diferentes medidas de la ONU que exigían que Rusia se retirara incondicionalmente. Afortunadamente, Ucrania ha recibido ayudas de las principales potencias de la comunidad internacional en abastecimientos y recientemente la administración del presidente Joe Biden de los EUA anunció un nuevo paquete de ayuda por más de US$2,000,000,000 millones.

En conclusión, es difícil predecir como podría terminar este terrible capítulo de la historia, el cual cumple su primer aniversario. Los ucranianos se han ganado el respeto y cariño de millones de personas alrededor del mundo, mostrando que la democracia es un asunto de todos. Y como el mismo presidente Zelensky ha señalado: “El mundo no se olvida de nosotros. Si nuestros aliados hacen su trabajo, la victoria es inevitable”.

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