Su color, textura y sabor hacen las delicias de los paladares más exquisitos; su tamaño no le resta poder para mejorar todo alimento con el que  combine  esta fruta, y es que la cereza, sea dulce o agria, es perfecta para hacer jugos, condimentar carnes, hacer tortas, helados y ni hablar de los dulces, ¡en ese renglón hay que sacarle su plato a parte!

El rojo intenso de las cerezas les confiere un aspecto atractivo; además, es ideal para poner el toque ese toque  “chic” a sus platos. Esta es una fruta  de finales de primavera y verano, que tiene la ventaja de ser  rica en vitaminas A, B, C, E y PP, hierro, calcio, magnesio, potasio y azufre.

En nuestro país, donde existen especialistas en hacer maravillas en bebidas y comidas, las cerezas son utilizadas para preparar cocteles, arroz con frutas y darle un toque especial a las carnes.  Por su jugosidad, las cerezas son excelentes para todo tipo de guisos, porque aportan frescura a cualquier plato en el que estén presentes. Son, además, un recurso decorativo.

Las variedades más dulces son ideales para comerlas al natural, como fruta de sobremesa, pues pierden gran parte de su sabor si son cocidas.

Esta variedad también es muy apropiada para ensaladas estivales o para la preparación de coloridas salsas. Con las más neutras, se pueden elaborar tartas; y  las más ácidas son ideales para preparar caldos.

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Salud

Posee propiedades depurativas y antioxidantes que combaten la arteriosclerosis.   Impide la formación de cálculos biliares. Sus virtudes diuréticas y laxantes favorecen el tránsito intestinal. Previene y combate la artritis, el reumatismo y la gota. Disminuye eficazmente el ácido úrico en la sangre. Su riqueza de calcio y otros minerales le confiere una acción sedante, a la vez que ayuda a evitar la anemia. Combate la obesidad, ya que modera el apetito y es un alimento bajo en calorías.

Receta

Cerdo a la cereza

2 libras de costillas de cerdo

1 frasco de cerezas

Sal al gusto

pimienta al gusto

Preparación

Salar con sal gruesa en forma de lluvia, recuerde no pasarse de sal, ya que la carne de  cerdo la absorbe  y la  concentra rápidamente, luego  lleve al horno a temperatura  media por 40 minutos, dele vuelta otros 40 minutos, rocie con el jugo de las cerezas. Coloque una cereza por cada costilla con palillos, de tal forma que no se vean los palillos (para que dé la impresión de que las costillas y las cerezas están pegadas).