IV cuarta graduación extraordinaria de los recruzo del penitencial de la victoria. Especialidades de superación personal y programas en general. En foto : Los Graduarte de La victoria HOY Duany Nuñez 26-11-2019
La falta de una pierna no impidió que el graduando meritorio Samuel de Jesús Cepeda Vallejo hablara en nombre de los 1,061 internos de la Penitenciaría Nacional La Victoria que ayer recibieron sus certificaciones de los programas “Vida Nueva”, “Paz en La Victoria” y “No Violencia de Género”, del Plan Integral de Reinserción Social, para pronunciar un discurso donde se confirmó el juramento que todos hicieron de que nunca volverían a delinquir.
Apoyándose en una muleta y frente a su millar de compañeros, todos vestidos con togas, birretes y esclavinas de distintos colores, además de cientos de familiares y personas allegadas, Cepeda Vallejo expresó que todos los investidos “están de pie para decirles a la sociedad que han cambiado, que se comprometen a cambiar más y que han comprendido el daño que han hecho, por el cual están arrepentidos”.
Con esta ceremonia de graduación, realizada dentro del recinto penitenciario, pero con miras hacia su futuro fuera de él, los privados de libertad completaron una nueva etapa en su camino para lograr la plena reinserción social, a través de estos cursos destinados a mejorar sus condiciones físicas y espirituales, sus relaciones familiares y comunitarias, y para aprender a lidiar con los vicios.
“La Victoria es un desierto, pero no es un desierto que nosotros podamos ver como algo malo, sino como un lugar de preparación, porque Dios está preparando hombres para presentarlos a la sociedad como buenos padres de familia, hermanos, esposos, funcionarios, porque de aquí salen funcionarios, además profesionales y empresarios”, proclamó el pastor Lidio Puente Figuereo durante la bendición del acto al que también asistieron autoridades civiles y militares del sistema carcelario nacional.
Un acto de humildad. El director general de Prisiones, general de la Policía Nacional Tomás Holguín La Paz, definió la graduación como “un acto de humildad”, aunque con estos 1,061 internos recibiendo sus títulos, se rompió el récord de la graduación más grande de La Victoria.
El alto oficial también resaltó los cambios en la formación de los reclusos que ha experimentado desde 2012 este recinto penitenciario de Santo Domingo Norte, a pesar de que alberga una población de 7,800 de estos, lo que que casi cuadruplica su capacidad original de 2,000.