Como todos los colores influyen en el estado de ánimo de las personas, el azul denota paz, tranquilidad, pureza, frescura… y en la decoración pueden crearse ambientes donde sea el protagonista y de ese modo contribuir con un espacio que refleje las bondades que se le atribuyen a este color.

Según el feng shui, el azul es asociado al agua y se cree que favorece el pensamiento positivo.

Los diseñadores de interiores y arquitectos lo utilizan con frecuencia para maximizar los efectos de sus diseños.

En sus diferentes tonalidades, el azul es uno de los colores más usados en la decoración, y su facilidad para asociarse a otros colores es una de las razones.

Pero esto no quiere decir que se lleve bien con todos los colores, para que funcione y se dé la armonía, hay que saber cómo combinarlo.

Los más recomendados son diferentes tonos de verde y marrón, las distintas tonalidades de azul y también los colores tierra, algunos tonos de rosa y el amarillo.

Si lo que quieres es acentuar el azul, lo más recomendable es combinarlo con blanco o con colores cremas.

Según estudios sobre su efecto psicológico, uno de los tonos más tranquilizantes es el azul verdoso.

Cómo incluirlo. Eso de que es un color solamente para estilo marino y casas de playa, es cosa de la imaginación. Y es que hay muchas formas de introducirlo en la casa. Pintar las paredes o incluir muebles, elementos decorativos en sus diferentes tonos, son solo algunas de las ideas disponibles para recrear espacios azulados. También se puede llevar a la habitación, al baño, a la terraza… solo debes tener presente que lo que se busca es crear una armonía en el entorno.