La vida es buena, ayudando a los demás
Fue la frase que nos regaló “Miguelito”, un hombre de 37 años que sobrevive en las calles del Gran Santo Domingo. Hoy hablaré de él, de sus saberes y aportes para lograr una República Dominicana más cerca de aquella ideada por Duarte, Sánchez y Mella, aquella que debemos refundar todos los días con todos los rostros, todas las voces y todas las personas.
Eran las 9:40 de la mañana. Los comercios de la Avenida Duarte estaban abiertos y la gente con cierta capacidad para consumir entraban y salían de las tiendas. En el asfalto, a la altura de los pies de quienes compraban banderas para recordar la Independencia Nacional, estaba Miguel. Su presencia era evidente pero muchos/as decidían no verlo. Algunos/as se alejaban con miedo y otros se relacionaban desde la superioridad que establece la caridad, le tiraban monedas con temor a contagiarse de desigualdad.
Mientras eso sucedía él terminaba de desayunar y sin pensarlo, le regaló la mitad de su comida a una mujer que pasó a su lado y que como él, pertenecía a una de las poblaciones más ocultas e invisibles de nuestras ciudades, las Poblaciones Callejeras.
Saber 1: La solidaridad genuina nos permite sobrevivir. “Yo doy de lo que tengo porque la gente me da a mi”, me dijo Miguel cuando me acerqué a felicitarle por el gesto. “La vida es buena, mami, ayudando a los demás”, puntualizó.
Muchos/as transeúntes pasaron y se fueron sin saber cuál era el color de sus ojos, su nombre, el tono de su voz y por qué estaba ahí. Para que no te quedes con la duda te lo voy a contar. El tiene los ojos y el pelo negro, nació en Sabana Grande de Boyá. Hijo de G, mujer dominicana que trabajaba en el comercio informal, y J, un padre ausente a quien nunca conoció. Antes de vivir en las calles Miguel ofrecía servicios de albañilería y carpintería, pero hace cuatro años tuvo un accidente que le fracturó una de sus dos piernas y ahora vive con discapacidad física. Sin trabajo y con muchas exclusiones acumuladas encontró en las calles y la mendicidad la única alternativa de sobrevivencia.
Saber 2. Tenemos que ser más fuertes que las circunstancias, hacernos las victimas no es una salida. “ A pesar de todo tengo que estar contento y vivir como puedo. Gracias a Dios estoy vivo, me pude morir en ese accidente”.
Miguel vive con un cúmulo de exclusiones que lo alejan del acceso a sus Derechos Humanos y el reconocimiento de su ciudadanía. Ser pobre, vivir con discapacidad física, consumir sustancias psicoactivas y no contar con documentos de identidad hacen que sea cada vez más oculto, invisible y estigmatizado, siendo urgente las acciones del Estado para revertir la precariedad, reparar los daños y dignificarle como sujeto pleno de derechos. Para ello se necesitan políticas públicas incluyentes que retomen su voz, su experiencia y sus aportes para evitar que la sobrevivencia en las calles sea la única alternativa.
Saber 3. No hacer lo mal hecho te hace grande, aunque no te vean. “Yo siempre he sido pobre pero nunca he robado, prefiero pedir a hacer lo mal hecho”.
¿Qué puedes hacer tú de manera inmediata?
INCLÚYELOS. Sonríeles, salúdales, mírale a los ojos; es más fácil dar dinero para “sentirnos buenos/as” que hacerlos parte de la comunidad. Saber 4. “Lo peor que le puede pasar a uno es que lo ignoren”.
INVÍTALOS A COMER. Si lo encuentras en un establecimiento de comida diles que se sienten contigo, déjalos que escojan del menú y que se alimenten como cualquier comensal. Saber 5. “Hablar y estar con la gente vale más que el dinero. Así uno se siente parte del mundo”
NÓMBRALOS. Pregúntale su nombre y refiérete a ellos con respeto. A pesar de que muchos de ellos no tienen actas de nacimiento ¡ EXISTEN!
BÁJATE PARA QUE ELLOS SUBAN. De vez en cuando ponte en su lugar, te aseguro que no te quedarás ahí. Ponte a su altura para hacer todo lo anterior y ayúdales a defender sus derechos, que son los mismos que los tuyos.
Ayuda para que el Estado Dominicano avance en las siguientes urgencias públicas:
- Diseño e implementación de un programa especial para la expedición rápida y eficiente de actas de nacimiento. La existencia legal es clave para que ellos y ellas accedan a los servicios de salud, educación y empleo digno. Sólo así podrán salir de las calles.
- Construcción de un Hospital Toxicológico donde ellos/as y cualquier otra población que vive en precariedad económica puedan acceder a tratamiento profesional por consumo de sustancias.
- Espacio residencial para que ellos y ellas conozcan sus Derechos Humanos, se capaciten para la vida independiente y construyan espacios de organización para proponer acciones y programas públicas que les beneficien.
“El Gobierno debe mostrarse justo y enérgico…O no tendremos Patria y por consiguiente ni libertad ni Independencia Nacional”. Juan Pablo Duarte.