“Si el espíritu es un atributo divino, una existencia conforme al espíritu será verdaderamente divina”.  Aristóteles

Estamos guiados por el Gran Espíritu que nos dirige. Todos estamos unidos al todo por las fuerzas de este Espíritu Mayor, que nos incluye de igual manera y con el mismo amor.Todo tiene conciencia, y esa conciencia es inteligente. La intuición es el mensajero del Espíritu.

Edmund Husserl, uno de los filósofos más destacados del siglo XX dijo: “La intuición es el instrumento fundamental de conocimiento, es por medio del cual el objeto conocido se nos hace presente”. El escritor italiano Antonio Porchia dijo: “La primavera del espíritu florece en invierno”. Para escuchar la intuición es necesario estar a gusto con nosotros mismos.

Dejarnos guiar por el espíritu implica ir más allá de la superficie, para abarcar lo que es esencial. Miramos más allá de lo que se presenta (una persona, situación, actitud, etc) al alma mayor que contiene todo ello.Todo lo que está afuera existe adentro. De modo, que cualquier pieza que no podamos integrar, es una parte nuestra que nos falta.

Lo que se excluye, rechaza, ignora, invisibiliza o no se mira, nos causa dolor. Los tiempos actuales nos muestran con claridad que un problema sólo puede ser comprendido cabalmente en el contexto de una visión más amplia, en la que logramos comprender que la realidad de “afuera” nos muestra la realidad de “adentro”.

Sintonizar al espíritu -y guiarnos por él-, nos permite estar cada vez más completos, logrando incluir elementos, acciones, relaciones y sujetos que antes estaban fuera del campo de nuestra consciencia. El destacado psicólogo Carl G. Jung decíaque el espíritu le da significado a la vida, y le brinda la posibilidad de su más grande desarrollo.

Para lograr responder en sintonía con la Vida y su llamado, debemos ver al Espíritu guiando el alma de nuestra familia, y el alma nuestra. Este Espíritu también está guiando el alma de las personas involucradas en el llamado, y el alma de sus familias. El poeta y dramaturgo español Federico García Lorca decía que la soledad es la gran talladora del espíritu.

La dimensión espiritual está más allá de nuestra influencia, por lo que sus fuerzas están por encima de las almas individuales y familiares que nos implican en dinámicas de dolor. Cuando nos enfocamos en lo esencial, el Espíritu Mayor nos revela una imagen sanadora, una frase, y en ocasiones, la ruta para el próximo paso.

En el proceso de sanación, estar disponibles para ser tocados por el Gran Espíritu es todo lo que debemos hacer. Al permanecer profundamente humildes hacia todo aquello que tememos, simplemente renunciamos a las expectativas que nos hacen desear un determinado resultado.

Al vivir desde el Espíritu, entramos en contacto con la dimensión grande de la vida. Como nuestra participación en el ámbito místico es muy reducida, solo podemos acercarnos en completa humildad o rendición.

El folclorista argentino Héctor Roberto Chavero Aramburu, mejor conocido como Atahualpa Yupanqui dice que su mamá le expresaba que hay cosas que no se compran en la botica de la esquina, para las que hay que hacer la enorme y costosa diligencia de adquirirlas con el espíritu, ¡y eso cuesta!

Este fin de semana, nacieron en el espíritu19 nuevos terapeutas en constelaciones familiares en la ciudad corazón. Luego de 9 meses de formación, sus procesos, vivencias, tomas de consciencias y experiencias muestran claramente que la madre de Atahualpa Yupanqui estaba llena de razón, y más allá de eso, ¡Cuánta satisfacción lega a nuestras vidas cuando nos dejamos guiar por el Espíritu!