La “vida oculta” de Jesús de Nazaret

La “vida oculta” de Jesús de Nazaret

"Adoración de los Pastores" de Mateo Gilarte (Museo del Prado)

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«Beso de Judas» de Giotto en la capilla de Scrovegni en Padua, Italia.

La opinión de un filósofo. Es muy poco lo que conocemos con seguridad sobre el nacimiento, la infancia, juventud y madurez de Jesús hasta su bautismo a manos de Juan Bautista

Es verdad que Jesús nunca existió, como muchos afirman? ¿Cómo sabemos qué fue lo que dijo o hizo verdaderamente? ¿Qué valor tienen en general textos, los evangelios, que se nos han transmitido sobre él desde tiempos remotos?

La vida de Jesús de Nazaret, sobre la que tanto se ha escrito, está llena de enigmas, especialmente en la etapa anterior a su ministerio, crucifixión y resurrección, narrada en los evangelios.

Antonio Piñero, licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Bíblica Trilingüe, y uno de los mayores expertos en habla hispana en historia del cristianismo, utiliza de modo científico distintos métodos para investigar qué es historia y qué es leyenda en la figura de Jesús y dedicó un capítulo de su libro ‘Aproximación al Jesús histórico’ a la “vida oculta” del Salvador.

Sobre el Nuevo Testamento de la Biblia (que incluye los cuatro evangelios canónicos) señala que, a pesar de su contenido a veces mítico, “es un libro de historia, con ciertas reservas”.

“Este corpus presenta multitud de datos, situaciones, personajes, opiniones y hechos que se ven confirmados por otras fuentes históricas de la época”, según Piñero (www.antoniopinero.com). 

“Incluso los evangelios, que contienen una enorme carga interpretativa —sin duda alguna sesgada a menudo por la fe en la resurrección— sobre la vida, hechos y palabras del héroe que presentan, Jesús de Nazaret, son y pretenden ser fundamentalmente la presentación de los rasgos históricos de la vida de este personaje. Otra cosa es que lo logren”, señala.

Sin embargo “acerca de esa parte de la vida de Jesús que tanto interesa a la gente, la llamada “vida oculta”, es decir  nacimiento, infancia, juventud y madurez hasta la recepción del bautismo a manos de Juan, apenas hay fuentes” sostiene Piñero.

Añade que “en una aproximación científica a la ‘vida oculta’ del Jesús de la historia, no puede hacerse uso de los evangelios apócrifos (escritos de los primeros siglos del cristianismo en torno a la figura de Jesús de Nazaret, no incluidos en la Biblia), ni de las narraciones al respecto que aparecen en los evangelios canónicos, aceptados como sagrados (Mateo 1-2 y Lucas 1-2)”. 

Este autor opina que los dos primeros capítulos de Mateo y Lucas “reflejan ya el impulso, el principio motriz de lo que luego serán los evangelios apócrifos”.

Muchas más leyendas que certezas históricas.  “Sus autores saben que sus fuentes principales (Marcos y la Fuente Q o colección de los dichos de Jesús), son incompletas, y que hay que rellenar con datos legendarios y agradables para los creyentes lo que no se sabe por otros medios, es decir, por datos fiables”, puntualiza.

Señala que, además, ni a Marcos ni a Juan, primero y después a los cuatro evangelistas, les interesaron esos momentos en absoluto, porque no sabían nada o casi nada de esa ‘vida oculta’, 2 por estar convencidos de que la vida de Jesús antes de su bautismo no era interesante o por centrarse solo en la sabiduría divina encarnada en Jesús”.

En su aproximación a la “vida oculta” de Jesús, Piñero opina más o menos igual que otros estudiosos como Joachim Gnilka, en el sentido de que “lo que dicen los capítulos evangélicos Mateo 1-2 y Lucas 1-2 es absolutamente legendario”.

Piñero opina que las ‘historias’ de Mateo y Lucas sobre la infancia de Jesús “son leyendas, pero ellos —los autores y sus comunidades— se las creían plenamente, estaban convencidos de que todo lo que narraban había ocurrido en realidad”.

No obstante, cree que debe intentarse obtener algún dato histórico de estas leyendas: aceptar algo de aquello en lo que coinciden Mateo y Lucas, “a saber, que los padres de Jesús se llamaban José y María, que el oficio de Jesús pudo ser el de carpintero, que pertenecía a una familia de gente libre, pero de clase social media-baja…, y alguna cosa más”.

Piñero acepta que Jesús nació en la época de Herodes el Grande y que, al menos, vivió en Nazaret, pero reconoce que “es muy poco lo que conocemos con seguridad sobre su ‘vida oculta’”.

Este catedrático especializado en lengua y literatura del cristianismo primitivo, analiza a petición de Efe la verosimilitud de algunos hechos, detalles o aspectos de la llamada “vida oculta” de Jesús, de acuerdo a sus investigaciones.

El nacimiento. Según Piñero existen únicamente dos cosas que podemos sospechar que son auténticas.

“Una de ellas es que Jesús nació en Galilea (no se sabe dónde), quedando Belén descartado totalmente porque es un producto teológico, fabricado a partir del presunto cumplimiento de la profecía de Miqueas 5,1”, indica el estudioso.

“La profecía: ´Mas tú, Belén Efratá, aunque eres la menor entre las familias de Judá, de ti me ha de salir aquel que ha de dominar en Israel, y cuyos orígenes son de antigüedad, desde los días de antaño` afirma que el Mesías procede de la familia de David y que nacerá en Belén, ciudad de David”, asevera.

“El otro dato que puede sospecharse que es auténtico es que “Jesús nació “en los días de Herodes el Grande, el cual murió, en nuestro cómputo en abril del 4 antes de Cristo”, afirma.

“Puede decirse con verdad, aunque sea un juego de palabras, que ‘Jesús nació antes de Cristo`”, señala Piñero.

La infancia.  Según Piñero también puede sospecharse que vivió en una familia numerosa, “al haber sido Jesús el primero de al menos seis hermanos más, en total cuatro varones y dos hembras, según el Evangelio Marcos 6-3 ”.

“También podría ser auténtico que esa familia era muy religiosa dentro del judaísmo, lo que puede deducirse del hecho que sus hermanos tienen todos nombres de patriarcas de Israel, hijos de Jacob”, indica el especialista.

“’¿No es este el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, Joset, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros? Y se escandalizaban a causa de él, se señala en Marcos 6,3”, según explica Piñero.

La juventud.  “No hay nada seguro sobre esta etapa de la ‘vida oculta’. Solo puede decirse que no tenemos razones para dudar de que fuera “carpintero”, es decir, obrero especializado en construcción de casas sencillas, en concreto de la parte de madera de ellas”, apunta.

Madurez hasta que lo bautiza Juan Bautista.  Para Piñero “tampoco se sabe nada con seguridad ni hay noticia fiable alguna sobre los años de la vida de Jesús anteriores a su bautizo”.

“El relato del niño Jesús perdido y hallado en el Templo (Evangelio de Lucas 2, 42-52) es absolutamente legendario y se corresponde al cliché de las biografías antiguas sobre que los héroes del relato tuvieron una infancia y juventud asombrosa”, de acuerdo a este investigador.

“Lo que más interesa a la gente sobre la edad madura de Jesús antes del bautismo por Juan Bautista, un hecho absolutamente seguro, pues implica que Jesús se consideraba un pecador como los demás, es el estado civil de Jesús: ¿soltero? ¿casado? ¿viudo?”, de acuerdo a Piñero.

“No sabemos absolutamente nada. Pudo ser cualquier cosa. Para todo hay ejemplos en el Israel del siglo I. Y Jesús no fue nunca un rabino como cree la gente, ya que en el siglo I esa figura no existía como a partir del siglo III.  Era un obrero, aunque se supiera posiblemente de memoria las Escrituras y pudiera discutir sobre ellas”, asegura.

Por otra parte “tampoco sabemos nada de una presunta relación con María Magdalena.

No hay ningún texto fiable sobre ello. Ni siquiera si la conoció”, concluye el catedrático.

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