“Cuidado si te sacan del medio, Píndaro!” –grita Herminio, al ver a su alter ego luchar contra la presión a que ha sido sometido para estar en su casa de campana a campana…
Mientras respira y mira al piso cabizbajo, Píndaro se las arregla para tratar de desenmarañar la madeja de complejidades que se han creado en el país ante el embate del coronavirus… Por su mente fluyen imágenes recientes… Pruebas que se iban a hacer para detectar a personas afectadas, resultados estadísticos que por su inconsistencia de origen no resisten análisis estadísticos fiables, candidatos políticos que hacen uso indiscriminado de sus condiciones para sacar ventajas de un momento que no permite capitalización que no sea la de hacer equipo para recuperación, exposición en medios periodísticos de supuestas compras amañadas que no se saben los fines reales de sus destinos, proliferación de ventas de mascarillas a precios ‘de remate’ promovidas en las redes –hoy hemos visto en venta 3 millones de ellas a precio de liquidación ‘porque se van a encarecer’ según indica el anuncio- versus reciente escasez de las mismas porque no habían podido ser adquiridas para uso de la población, inconsistencia del vocero de salud del país cuando es enfrentado por la prensa en su comparecencia diaria -para ‘cantar’ números de lotería en la vida de los supuestos afectados por el virus en el país- mientras desconoce que en Villa Juana hay certificación de un alto porcentaje de afectados… En fin, una vejiga a la que se aprieta y que se ha llenado de situaciones altamente volátiles…
“Oye, Herminio –le dice Píndaro al oído-, ¿Estás enterado de que esta semana entrante hay todo un acuerdo para que un sector de nuestra población regrese a sus jornadas diarias?”… Herminio abre sus ojos llenos de asombro, mientras enfrenta a Píndaro y le increpa: “¿De dónde sacas eso? ¿Estás imaginando y viendo visiones?”… “¡Jamás!” –le responde Píndaro, mientras inclina su cabeza y dice en voz baja y para sí…”Es increíble la presión que le han estado metiendo al sistema para que los empleados y obreros de negocios no esenciales abran esta próxima semana… Lo lamentable de esto es que se haya estado en el aire por casi sesenta días sin que nadie haya presentado, concienzudamente, un plan de reapertura sostenible y no sujeto a los intereses sectoriales –políticos y privados- que muy raras veces piensan en los riesgos que corren sus empleados al exponerse para satisfacer el sistema, a costa de la vida misma”, concluye.
“Es cierto -le refiere Herminio-, pero si esa gente no va a su trabajo no come y entonces no vive”… A lo que Píndaro le interrumpe y sentencia: “Da pena cómo nuestra población tiende consistentemente a perder su memoria… Ha caído en el gancho de tener que ponerse en manos de intereses contradictorios que cada día les dirigen a su antojo y programan sus consecuencias”.
“Oye, Píndaro, has hablado de todo un poco pero en ningún momento has tocado la importancia del ser humano en toda esta maraña” –reflexiona Herminio-.
“Es que, detrás de este ‘trompo embollado’ está una soga que siempre rompe por lo más fino… Es una lástima que en tan poco tiempo se haya olvidado que el mundo ya cambió y que, en el muy corto plazo, los resultados sacarán a flote cualquier intento de abuso de poder que se haya querido intentar aprovechándose del virus… ¡Si no es que luego los agarra la ‘segunda ola’!”.