La vida y la muerte son inseparables, como la enfermedad es inseparable de la ignorancia

La vida y la muerte son inseparables, como la enfermedad es inseparable de la ignorancia

Me he quedado sorprendido, aunque mirándolo un poco más no debo tener sorpresa, por la poca atracción que tuvo esta indicación: LA VIDA QUE SE VIVIÓ PUEDE DAÑAR LA QUE SE ESTA VIVIENDO.

La vida no tiene duración, por eso es inseparable de la muerte.

En todos los medios se ha dicho que el fondo de todo es indeterminado, cuántico, se dice.

Hay un verdadero estado de moda cuántica, pero la gente no tiene una mente cuántica, porque si la tuviera la vida daría otra manifestación que las que ahora ofrece. Viviría con una presentación que difiere de la del segundo anterior.

Mire. Ya se dijo que el estado cuántico es indeterminado, eso indica que no tiene una identidad a la que se comprometa permanentemente.  Eso les indica que no se compromete, como su mente, con ser Miguel Aristy, ni fulano de tal.

Repito no hay identidad, ni tú, ni yo, tampoco plurales.

Algo no es algo ni nada es cero. No es un traba lenguas.

El cero no existe,  que indica que tampoco los números tienen aplicación la cuántica.

Cualquier número es cualquier otro, por definición.

Aun así los físicos dicen que la cuántica tiene reglas matemáticas que la rigen. Por aquello de que la cuántica es lógica, pero al mismo tiempo ilógica.

Cuando la realidad es una partícula puede someterse a las matemáticas, pero una vez disuelto el compromiso aparente, ya no se somete a ninguna fórmula.

Pero nada de eso interesa a los fines que estamos exponiendo.

La vida no es nunca pasada. Eso si es el propósito del comentario actual.

Entonces uno escribe la vida pasada estropea la vida de ahora, viva.

 La vida no tiene duración, por eso es inseparable de la muerte.

Si se ve lo que se está diciendo lo que pasó dejará de  mantener los humanos en estado  sólido, de partículas y podrán vivir ambos estados: En el sólido y en el disuelto.

Todos los que viven la condición yin yang, saben que el uno no puede vivir sin el otro.

El yin yang es una condición indeterminada, cuántica, pero la gente se identifica con el yin,  eso quiere decir que se va deteniendo,  y cuando logra la total detención no puede sostenerse y tiene que disolverse, morirse, para volver a recomponer el estado indeterminado. Vea eso de la muerte.

Si vio bien lo que dice el párrafo anterior, ya tiene claro que solo se disuelve todo lo que se mantuvo en estado permanente. Es decir que no estaba en constante recambio.

Así todo está en estado de reemplazo.

Automáticamente ve que no puede existir un yo  permanente, pasa a vivir en un estado de no permanencia.

Si nada es permanente el cambio es lo permanente. Entonces Miguel no es más que una convención, mientras el cuerpo, que es marco sólido, tipo partícula, no está identificado como cuerpo, sino que ve que la vida es un flujo, como la luz, en constante recambio.

La mente tiene un marco de recuerdos fijos, es eso lo que produce el espejismo de la permanencia, de tener una identidad fija.

Si no existiera la vasija del recuerdo, la vida no tendría forma. Eso le dice que los cromosomas portan la forma de las especie, pero vitalizada por una sopa cuántica o indeterminada, sin forma.

Entonces hay armonía entre el yin y el yang.

En ese estado no sé cuánto podría  vivir, en el tiempo, el cuerpo, yin, con la constante renovación cuántica, constantemente haciéndolo nuevo.

En resumen la duración del cuerpo se multiplicaría por un factor importante. 

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