La vieja- nueva fórmula política:
La re x 2= reelección

La vieja- nueva fórmula política:<BR>La re x 2= reelección

La política desprestigiada
El mundo que se aspira no es ya el ideal, sino uno tolerable dentro de lo posible… tengo que confesaros que nuestras democracias han soportado muy bien las negociaciones de la democracia y ha prosperado con ellas. Reducir esa noble forma de gobierno a un voto cuatrienal, que delega en alguien para que nos saque las castañas del fuego sin la certeza de que podremos obligarle a ello, es una estupidez. Tal es la causa que la política está desacreditada… En ese sentido ha fracasado. Lo que ahora proporciona horizontes a la vida y la amplía es el arte creador, o la filosofía explicadora del mundo… ¿son utopías esas? No; son realidades que no cumplió nunca la política… La política consiste en una pura e impura gestión. Las ideologías son un sobredorado. Sigue como una pedigüeña, a la realidad sin transformarla. ¿Qué os va a enseñar esta generación? Lo único que heredareis –herederos forzosos- es un gravísimo problema: el de reinventar la democracia y darle un contenido…. A la ineficacia de los políticos gestores, tan poco ilusionantes, se agrega su escasa validez, aún en lo económico, en lo científico y en lo técnico. Me temo que hayáis  de inventaros casi todo. Y para ello hay que empezar ya, ya, ya…Antonio Gala, Carta a los herederos.

La capacidad de espanto se ha perdido. El asombro es tan cotidiano y dantesco, que deberíamos andar por las calles con la expresión de horror reflejada magistralmente en la pintura de Munch: la boca abierta con los ojos fuera de sus órbitas.

En el año 2004 Hipólito Mejía forzó, utilizando todos los medios y presiones para reformar la Constitución. ¿Con qué objetivo? Permitir la reelección.  La Reforma Constitucional que se debate hoy vivió momentos amargos por el mismo tema. El resultado fue una alianza inusitada entre Leonel y Miguel.

La crisis política de Honduras, fue el resultado de un deseo in desmedido del Presidente electo, Zelaya, por proseguir en el poder.  ¡Oh Dios! Apareció de nuevo el fantasma de la reelección.   Intentó en marzo la realización en junio de un referendo para consultar a los hondureños sobre la posibilidad de convocar a una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución ¿para qué? Muy simple, permitir la reelección presidencial.  El otrora aliado, opositor entonces y presidente del Congreso de Honduras, Roberto Micheletti, denunció la existencia de un plan para asesinarlo y acusó a Zelaya de pretender continuar en el poder más allá de su periodo constitucional.  En mayo 29 de este año, el organismo electoral convocó a elecciones generales el 29 de noviembre.

Pero un mes después, en junio 24, el Congreso de Honduras aprobó el  un marco legal para la realización de referendos y plebiscitos, en una maniobra que buscaba obstaculizar la posibilidad de reformar la Constitución y el plan de permitir la reelección presidencial. Pero Zelaya no se queda corte, y decidió destituir al más alto jefe militar, Romeo Vásquez, y aceptó la renuncia del ministro de Defensa, Edmundo Orellana, luego de que las Fuerzas Armadas se rehusó a movilizar urnas para la consulta, programada para el domingo 28 de junio. La Corte Suprema de Justicia ordenó la restitución de Vásquez por considerar que no había una razón justificada para su remoción. A finales de junio, Soldados detuvieron a Zelaya durante la madrugada. Llegaron a la casa presidencial y lo llevaron a la fuerza a Costa Rica. Horas después, el Congreso designaba a Micheletti como presidente interino. El toque de queda no se hizo esperar.  La comunidad internacional intervino. Se pidió la mediación a Oscar Arias, el Premio Nóbel de La Paz de Costa Rica. Pero todo intento ha fracasado. Las propuestas han sido rechazadas.  La comunidad internacional espera y está en vilo.

Pero no bien asimilamos el desastre político de Honduras, cuando los cañones de la reelección se dirigen hacia Nicaragua. Daniel Ortega, el reivindicado líder sandinista, después de haber superado acusaciones de todo tipo, anuncia un referéndum, para establecer la reelección. ¡Qué bueno que hubo reacciones en contra! Como fue el caso de disidentes del izquierdista MRS para celebrar con un acto político-cultural la victoria revolucionaria, en especial del intelectual Edmundo Jarquín,  ex embajador de Nicaragua en México en el primer gobierno de Ortega durante la década de los años 80, dijo que a 30 años de revolución, la lucha no es entre derecha e izquierda, sino entre democracia y autoritarismo.

Está claro que detrás de estas situaciones hay un proyecto político detrás.  El neopopulismo naciente en América Latina, lidereado por el petróleo venezolano en la persona de Chavez, evoca un proyecto continental.  Ya ocurrió en la propia Venezuela, que bendijo la reelección ad infinitum de Chavez.  El proyecto parece que incluye a Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y antes, por supuesto, Honduras.  El mismo corte populista, el mismo discurso anti imperialista y nacionalista de nuevo cuño.  ¿Repetición de los 70?

Pero no es solo el proyecto político que  vislumbra del neopopulismo chavista,  la necesidad de la reelección, sino también de los aliados del coloso del norte. Uribe no quiere irse a su casa. Se siente necesario. Desea terminar el proyecto de pacificación colombiana aunque cueste la institucionalidad. Ya cambió, en el 2004, la Constitución de su país, pero el tiempo no le ha sido suficiente. Debe quedarse más tiempo. Recientemente, en mayo de este año, el Senado colombiano aprobó proyecto de reelección presidencial  La votación quedó 62 a favor y 5 en contra,  gracias al apoyo dado por los partidos Conservador. El Senado aprobó así el proyecto de Ley que permitiría la realización de un referendo para la segunda reelección del presidente de ese país, Álvaro Uribe Vélez, en las elecciones de 2010.

Y así, América Latina vuelve a andar lo desandado.  De los sueños libertarios del siglo XIX, llegamos a las dictaduras “positivistas de fuero y progreso”. Para volver a la lucha de libertad y justicia. Entonces llegó el comunismo, para justificar las dictaduras militares fascistas de los 70. Llegaron las guerrillas y los enfrentamientos. Guerras civiles y grupos guerrilleros, grupos armados de la contra reacción, grupos armados de la izquierda.

¡En fin una espiral de violencia sin fin!   Volvimos en los años 90 del siglo XX a ser buenos y defender el modelo democrático, y vivimos felices solo por unos años.  Los aires dictatoriales se asoman. El deseo de desfalcar el Estado prosigue.  El patrimonio público, como siempre, ha seguido siendo el tesoro de los piratas de la política, que como el inglés del siglo XVI, Francis Drake, buscan el botín por todas partes para sentirse seguros y poderosos.

Hemos vuelto, como dije, a andar lo desandado.  Como el perro que sentado no vislumbra más allá de su propia cola: la muerde, la lame, la acaricia, la golpea … y, por supuesto, es incapaz de mirar hacia delante.  ¡Qué pena!  ¡Hasta la próxima!

mu-kiensang@hotmail.com

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