Nueva Delhi.- Un ataque de enmascarados este domingo que dejó al menos 35 heridos en la Universidad Jawaharlal Nehru (JNU) de Nueva Delhi, crítica con el Gobierno y que se declara bajo ataque institucional, ha desatado este lunes una nueva ola de indignación en un contexto de protestas.
A las movilizaciones contra una enmienda legal que busca dar la ciudadanía a inmigrantes de países vecinos pero excluye a los musulmanes, que se extienden por la nación asiático desde hace semanas y en las que han muerto al menos 25 personas, se unieron hoy las convocadas en varias ciudades en solidaridad con la prestigiosa institución delhí.
PEDRADAS Y BARRAS DE HIERRO
Decenas de hombres enmascarados entraron al campus el domingo al anochecer, hacia las 18.00 hora local (12.30 GMT), y camparon a sus anchas por el vasto recinto de la universidad apedreando a estudiantes y profesores por igual ante la inacción de la Policía, que intervino solamente horas después. Así lo denunciaron este lunes varias de las víctimas de anoche, 35 según una fuente hospitalaria del Instituto de Ciencias Médicas de la India (AIIMS) contactada con Efe, en una de las verdes avenidas del campus entre la presencia de centenares de alumnos y profesores.
“Empezaron a lanzar piedras, que caían como proyectiles por todas partes, y cuando la turba comenzó a avanzar comenzaron a apalearnos”, relató el profesor de literatura Saugata Bhaduri. En el momento del ataque, Bhaduri se encontraba en el campus junto con otras dos profesoras que fueron igualmente apaleadas.
“Cuando me golpearon caí al suelo y unas cuatro o cinco personas me arrinconaron y empezaron a golpear con palos en las piernas”, denunció el profesor. Sonajharia Minz, profesora de informática, relató a los asistentes que las piedras “no eran más pequeñas que medio ladrillo». “Una de ellas me golpeó mientras intentaba no ser alcanzada en la cabeza”, añadió Minz, antes de indicar que en su opinión se trataba de un ataque selectivo contra estudiantes y profesores del campus.
GOBIERNO Y POLICÍA CUESTIONADOS
Los miembros de la prestigiosa universidad denuncian un patrón de acoso institucional que comenzó prácticamente con la llegada del partido nacionalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP) del primer ministro, Narendra Modi, al poder en 2014. El Sindicato de Estudiantes de la JNU (JNUSU en inglés), cuya presidenta Aishe Ghosh fue herida y hospitalizada anoche, responsabiliza de la violencia a la combativa Asociación de Estudiantes Indios (ABVP), vinculada al BJP.
“Lo que ocurrió anoche fue un ataque, no un ‘choque’. Planificado. Organizado. Por invasores. Fue terrorismo”, denunció el JNUSU en Twitter. Los presentes anoche en el campus han denunciado la inacción de la Policía, que durante horas se mantuvo a las puertas de la universidad sin actuar, llegando incluso a afirmar que los atacantes actuaron con el beneplácito de las fuerzas de seguridad. “Hay un vínculo clarísimo entre la Policía y los malhechores de derechas que atacaron a los estudiantes en el campus”, afirmó a Efe la exalumna y diplomada en sociología Sargam Sharma, que acudió anoche a la universidad en cuanto se enteró del ataque. ¿Por qué la Policía no actuó?, se interrogó Sharma, recordando que el pasado 15 de diciembre, durante el inicio de las protestas contra la polémica Ley de Ciudadanía, la misma fuerza policial irrumpió en la Universidad Jamia Millia Islamia de Delhi sin permiso de las autoridades, hiriendo y deteniendo a estudiantes a su paso.
UNA UNIVERSIDAD BAJO ATAQUE INSTITUCIONAL
Para Sharma, el episodio de violencia de ayer no es más que la consecuencia lógica de una serie de ataques verbales del Gobierno, que ha calificado la institución de “antinacional” en el pasado. “Cuando llamas a una institución antinacional, cuando dices que quiere destruir este país, cuando no dejas que la educación sea accesible, obviamente se va a producir violencia física”, sentenció Sharma.
JNU es conocida por su espíritu combativo -los estudiantes llevan protestando semanas contra una subida de las tasas de alojamiento- y por ofrecer una libertad a sus estudiantes como pocas otras en la nación asiática, pero es frecuente denostada por la derecha hindú. En 2016, el exlíder del sindicato de alumnos de JNU Kanhaiya Kumar fue acusado de sedición por participar en diversos actos reivindicativos en los que supuestamente se gritaron arengas contra la India.
INDIGNACIÓN EN LA INDIA El ataque de anoche ha causado indignación en la India, con múltiples manifestaciones en otras universidades de Delhi así como en varias ciudades del país como Bombay (oeste) o Bangalore (sur). La principal formación de la oposición, el histórico Partido del Congreso de la dinastía Nehru-Gandhi, ha denunciado el ataque “patrocinado por el Estado” al campus.
“Este es el más grave caso de impunidad que hemos visto en los últimos tiempos, nada puede ser más chocante y vergonzoso”, dijo en una rueda de prensa el ex ministro de Finanzas indio y líder de la formación opositora P. Chidambaram.
CONDENAS DESDE EL GOBIERNO Ministros del Gobierno como Subrahmanyam Jaishankar (Exteriores) y Nirmala Sitharaman (Finanzas), antiguos estudiantes de la universidad, han condenado el ataque.
El ministro del Interior, Amit Shah, ha ordenado por su parte una investigación policial mientras que el gubernamental BJP recurrió a Twitter para condenar “con contundencia” la violencia, que achacan a “fuerzas anárquicas” determinadas a “provocar disturbios para apuntalar su posición política decreciente».