Feminicidios, robos, asesinatos, asaltos, violencia intrafamiliar. Así se resume los primeros 15 días del inicio del año 2024, con hechos que han provocado consternación en diferentes sectores sociales, pero, además, desafían los esfuerzos que hace el Gobierno y los organismos de seguridad del Estado para frenar la ola de violencia que se ha desatado en el país.
Las muertes de mujeres a manos de sus parejas y exparejas representan los incidentes más destacados de las primeras dos semanas de enero. Cinco féminas han perdido la vida por motivos pasionales de sus verdugos. Esto a alarmado a políticos y grupos de lucha en favor de las mujeres.
Pero además, tal y como deja ver las decenas de denuncias publicadas en las redes sociales, los robos, enfrentamientos entre bandas, es otro ingrediente de la inseguridad en la nación, pese a que la Policía Nacional ha reportado que, a diferencia del inicio del 2023, este año los hechos violentos han disminuido.
El contexto actual se desarrolla cuando apenas quedan cuatro meses para que se celebre en el país las elecciones presidenciales.
La población dominicana, mientras tanto, muestra su creciente preocupación y exige respuestas concretas por parte de las autoridades.
Las comunidades afectadas también están siendo objeto de programas sociales y de prevención del delito para abordar las causas subyacentes de la violencia, como las que patrocina y ejecuta el Ministerio de Interior y Policía, con su programa «De Vuelta al Barrio».
Sin embargo, muchos residentes se sienten ansiosos y piden acciones más enérgicas por parte del gobierno para frenar esta ola de criminalidad.
Organizaciones de derechos humanos y líderes comunitarios han instado a una respuesta integral que no solo se centre en la represión, sino también en abordar las desigualdades sociales y económicas que alimentan la violencia en algunas áreas del país.