El siquiatra José Miguel Gómez Montero tiene el criterio de que en el país aumentaron los conflictos sociales, la violencia, la delincuencia, el crimen organizado, el narcotráfico y el sicariato, dada la inequidad social y la falta de cultura de tolerancia.
Considera que el dominicano no está preparado emocionalmente para resolver sus diferencias con el diálogo. A la violencia callejera le atribuye el pandillerismo, el robo, el bandolerismo, el tumbe, el atraco, como ocurre en todos los países de América Latina por la desigualdad de las clases sociales.
Indica que es en estos países donde más personas en edad productiva no tiene empleo, han desertado de las escuelas, deambulan por las calles y se carece de una familia organizada, entre otros problemas psicosociales.
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“En la República Dominicana sí ha aumentado la violencia social”, opinó el especialista de la salud mental y la vincula con el individualismo, el consumismo, la movilidad social, el crecimiento y el hacinamiento en las periferias urbanas. Establece que se ha pasado de una sociedad -que hace 15 o 20 años era rural, a una sociedad con el 70% urbana.
Estima que ha roto el colectivismo social, el altruismo, la solidaridad, por el crecimiento desorganizado en las periferias de las grandes ciudades.
El psicoterapeuta indica que se han elevado las muertes que pudieron ser evitables. Hay choques porque simplemente una persona próxima tiene un compromiso distinto con tal partido, por diferencias en una fila, por el roce de un carro, por una verja, por un tema de parqueo, porque le miraron a la mujer. Son conflictos propios de las diferencias de las sociedades”.
Planteó que cuando los ciudadanos son educados o tienen respuestas emocionales para controlar los impulsos y frustracciones, otras sociedades lo resuelven de forma amigable o se amparan de la justicia.
Exhorta a desmontar la cultura de la violencia, con la construcción de cultura de buenos tratos, de paz, solidaridad y afectividad colectiva.
Respuesta
El doctor Gómez opina que los programas contra la violencia fracasaron porque se trabajó hacia las consecuencias, no hacia a las causas. Aconseja aumentar el gasto social a grupos vulnerables, controlar la tenencia y uso de armas de fuego, el consumo de de drogas. “No estamos siendo educados para resolver los conflictos sociales de forma amigable, por la vía de la paz”.