El obispo misionero Raúl Berzosa, enviado especial por el Papa Francisco hizo ayer una mirada en retrospectiva del año 2022 y destacó con preocupación el marcado contraste que primó entre las clases sociales de República Dominicana, donde la clase media sufrió un debilitamiento, los pobres fueron más pobres y los ricos más ricos.
Aunque el obispo Berzosa, entiende que este efecto económico de contraste entre las clases sociales, no fue exclusivo del país, sino que afectó al mundo, fruto de la pandemia, la guerra entre Rusia y Ucrania, y las crisis del escenario geopolítico global, también se mostró turbado por los niveles de violencia.
“Llevamos unos meses de violencia, más que de inseguridad. Sí me preocupa el aspecto de que puede haber bandas que se puedan ir apoderando poco a poco de sectores y todo esto que estamos viendo en otros lugares pues pueda acontecer», expresó el prelado, músico, literato, teólogo y jurista, quien destacó que el Gobierno está tomando consciencia aplicando medidas de prevención, en especial desde la Pastoral Penitenciaria que encabeza Fray Arístides Jiménez.
Entiende que es crucial que la República Dominicana enfoque sus mejores esfuerzos en la educación, pues cuando más se fortalezca este aspecto, la sociedad tendrá menos gente en las cárceles si aumenta las escuelas.
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Su valoración del gobierno de Luis Abinader
El obispo español, que en el país es auxiliar de Monseñor Francisco Ozoria, está consciente que “nada es perfecto, ni en el Gobierno, ni en la Iglesia”, sin embargo, ve como positivo del primer mandatario que está gobernando para todos “y que busca la conciliación, no la división”.
“Es un Gobierno que quiere que el país prospere, no solo en lo material y económico, sino como ciudadanos y en lógicamente en lo espiritual. Mi valoración es que, es un Gobierno estable, creíble y que lo está haciendo bien a nivel macro», destacó el obispo católico.
Sobre aprobación de leyes
Raúl Berzosa, fue claro de que la Iglesia debe respetar lo que es el poder judicial civil y la política, pero advirtió que la misión que tiene la Iglesia, es recordar los temas morales que son transversales y que se tienen que manifestar en la legislación, la economía y la forma de ejercer política.
“Dentro de las leyes a nosotros nos gustaría no ser la Iglesia del “no, no, no”, sino la Iglesia del “sí, sí, sí”. Nosotros no vamos “en contra dé”, sino “a favor de”. Por ejemplo, en el tema del aborto, vamos a favor de la vida, desde el inicio hasta el final”, dijo.
El sacerdote nativo del municipio español Aranda de Duero aseguró que a nivel político siempre se abogará moralmente desde la Iglesia para que los políticos sean honestos, se favorezca a los más pobres, se distribuya la riqueza y que la haya una justicia que favorezca a los inocentes.
“No nos corresponde valorar actuaciones concretas política y económicamente hablando, pero sí recordar con fuerza los principios morales”, expresó.